El primer congreso público de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que se celebra entre hoy y mañana en el palacio municipal de Congresos de Madrid, servirá de escenario para las reclamaciones de los más de 22.000 agentes adscritos a la organización, mil de ellos en la comunidad aragonesa.

Coincidiendo con su décimo aniversario y el vigésimoquinto de la Constitución, el presidente de la AUGC, Fernando Carrillo, leerá un manifiesto en el que solicitará la "democratización" del cuerpo y la "desmilitarización definitiva" del cuerpo, para separarlo de las Fuerzas Armadas.

Las reclamaciones se centrarán en cuestiones como la modificación del régimen disciplinario --con el objetivo de eliminar las sanciones privativas de libertad por infracciones laborales-- y del régimen penal militar que afecta al colectivo .

Igualmente, pedirá la adscripción en exclusiva al Ministerio del Interior --con la consiguiente desvinculación del Ministerio de Defensa--, la regulación de las asociaciones profesionales y la equiparación salarial, estatutaria y laboral al resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

También solicitará la modificación del sistema de casas-cuartel, mejoras en infraestructuras y medios técnicos, la plena equiparación de la mujer en el cuerpo y la reforma de los planes de formación de los agentes, entre otras.

Otro de los puntos más polémicos reside en la petición de una "mayor coordinación policial" para evitar las "duplicaciones de funciones" entre los dos Cuerpos de Seguridad estatales.

Está previsto que al congreso acudan representantes políticos del Partido Socialista Obrero Español como Jesús Caldera, de Izquierda Unida como Gaspar Llamazares, así como los secretarios generales de UGT y CC.OO, Cándido Méndez y José María Fidalgo respectivamente. Además, se espera la presencia de algún miembro del Partido Popular, aunque inicialmente la formación no confirmó su asistencia. Todos ellos participarán esta tarde en una mesa coloquio sobre las necesidades de la Guardia Civil.