La gran cantidad de esquiadores que se desplazó a Astún y Candanchú durante el puente de la Constitución puso de manifiesto una vez más, con retenciones de 30 kilómetros, que las carreteras del Pirineo no pueden asumir las avalanchas de visitantes en fechas tan señaladas. Debido al cierre de Formigal y Panticosa, ambas estaciones casi duplicaron el número de usuarios --de 27.000 a 50.000--, pero este positivo balance estuvo acompañado de una petición a la DGA: ha llegado la hora de "planificar una estrategia global" contra los atascos que favorezca el "crecimiento" del sector. Una estrategia que hasta el propio consejero de Industria, Comercio y Turismo, Arturo Aliaga, calificó de "necesaria".

Ante estos conflictos, el director general de Astún, Jesús Santacruz, explicó a este periódico que es necesario decidir "si Aragón quiere absorber al creciente número de esquiadores o enviarlos a otras zonas".

"Podemos asumir más gente de la que recibimos. Pero las condiciones de las carreteras y de nuestros parkings impiden que se lleve a la práctica. Las vías cruzan varios pueblos, lo que ralentiza mucho el tráfico", indicó Santacruz. Por eso, el máximo dirigente de Astún consideró que las soluciones pasarían por "ampliar los aparcamientos y construir variantes, sobre todo en Canfranc".

"Tenemos los mismos parkings de hace quince años, pero la demanda es mucho mayor. Creo que la Administración debe sensibilizarse con esta cuestión, porque a nosotros nos supera. Los atascos no son responsabilidad nuestra y para aumentar las plazas de coches necesitamos permisos. Pero el problema no se puede solucionar de inmediato", afirmó.

En esa misma línea se manifestó el director de Candanchú, Eduardo Roldán, quien dijo que es "imposible" resolver por completo el problema. Sin embargo, a su juicio sí se puede minimizar. "Los atascos serán eternos y también se viven en otras zonas como el valle de Arán o Sierra Nevada", apuntó Roldán, quien apostó por poner en marcha variantes no sólo en Canfranc, sino también en Villanúa y Castiello de Jaca.

En este sentido, Roldán señaló como otra alternativa la construcción de aparcamientos disuasorios en localidades próximas a las estaciones y el establecimiento de una red de transportes desde dichos puntos que permita acceder hasta las pistas.

Precisamente ésa fue una de las posibilidades que el Gobierno aragonés barajó el año pasado tras los monumentales atascos producidos en el puente de Reyes. Pero por el momento no parece muy factible.

A juicio de los directores, también sigue habiendo deficiencias en algunas de las mejoras propuestas por la DGA a corto plazo en enero, como la instalación de paneles informativos sobre la situación de las carreteras o la proliferación de campañas de radio en esta línea.

Roldán subrayó que la información radiofónica ha sido "menos activa" de lo planteado inicialmente, "al igual que ha sucedido con los pórticos luminosos". Y Santacruz añadió que es necesaria "una presencia más constante de la Guardia Civil en las carreteras en las jornadas clave", porque en algunos días del puente "se echó en falta": "Los paneles están bien, pero el problema es de fondo. Y yo no los vi cuando subí a la estación, aunque no sé si se instalaron o no", concluyó.

RESPUESTA DE LA DGA Por su parte, el consejero de Industria, Comercio y Turismo aragonés, Arturo Aliaga, admitió a este diario la necesidad de diseñar un plan de actuaciones y de mejoras a largo plazo para "evitar que se repitan este tipo de situaciones", pero dejó bien claro que en estos momentos las soluciones "son muy complicadas" y que, a corto plazo, no encuentra ninguna.

"La ocupación ha sido muy buena. Estamos haciendo más esfuerzos para la promoción y las estaciones también han invertido más, pero el tema de los accesos es el más complicado. Habrá que pensar seriamente sobre estas cuestiones, por lo que volveré a hablar con los directores de los centros", apuntó Aliaga.

Sin embargo, el consejero remarcó que sí se han colocado "algunos paneles informativos" y que se ha dado forma a un convenio con Radio Huesca para emitir boletines a las nueve y a las diez de la mañana sobre la situación de las carreteras. Pero agregó que la construcción de variantes y parkings disuasorios, así como la ampliación de los aparcamientos de las estaciones, conllevan "muchos problemas": "Hay que lograr un equilibrio para que los usuarios puedan acceder y, al mismo tiempo, se respete el medio ambiente. Y no sería sencillo establecer la ubicación de esos nuevos parkings o con qué frecuencia se fletan autobuses, porque la mayoría de la gente prefiere usar su coche", afirmó.