Otra de los cambios que se han producido en los últimos años en el fenómeno de la inmigración en la comunidad aragonesa se centra en el sexo de los extranjeros. El número de mujeres inmigrantes que tratan de buscar un mejor futuro en tierras aragonesas ha crecido notablemente con respecto a los varones. Hasta 1999, más de 80% de los extranjeros eran hombres, pero en la actualidad casi se ha equiparado el número de mujeres al de hombres, que apenas superan en un 5% a las féminas.