En el programa oficial, estaba previsto que el consejero aragonés de Medio Ambiente, Alfredo Boné, asistiera al acto de inauguración del Simposio sobre Hidrogeología, pero no fue. En su lugar, envió al director-gerente del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal. Esta ausencia tan significativa disparó todo tipo de especulaciones. Y es que, durante unas horas, flotó en el ambiente la posibilidad de un plante del consejero al número dos de Medio Ambiente por la polémica de la pasada semana con Santaliestra. Esta tesis fue alimentada además con el hecho de que la versión oficial ofrecida a los organizadores del evento fue la presentación de Boné en las Cortes de su presupuesto para el 2005. Se da la circunstancia de que el titular de Medio Ambiente presentó su presupuesto por la tarde y no por la mañana cuando estaba prevista su asistencia al acto inaugural. Cajal aclaró: "Es que no ha podido venir porque está preparando su comparecencia de esta tarde". Pero fue el propio Boné quien, por la tarde, antes de su intervención en la Cámara, se encargó de despejar las dudas. Estuvo por la mañana reunido con el propio Serrano minutos antes de la inauguración del congreso. En la reunión, que se celebró en medio de un insólito secretismo, Serrano confirmó a Boné que en materia de obras hidráulicas el ministerio "adoptará las decisiones que proponga la DGA". Boné consideró aclarados los posibles malentendidos y le pidió al número dos del ministerio que se deje trabajar con tranquilidad a la ponencia de la Comisión del Agua.