El PP quiere avanzar en la construcción de la «gran nación» y no acepta «la ruptura de la soberanía del pueblo español ni de la integridad territorial, ni la desigualdad entre los españoles», por lo que no permitirá «que Aragón esté ausente de ningún debate territorial que cuestione la soberanía nacional». Asimismo, especifica que rechaza «la defensa que el Partido Socialista promueve de federalismo porque es el paso previo a la ruptura de España en diferentes Estados y, por lo tanto, a la desaparición de nuestro país tal y como lo conoce el mundo desde hace 500 años». Además, quiere una financiación justa «para todas las regiones». En este sentido, no entenderá «un modelo de financiación autonómica que premie la deslealtad, porque supondría echar en saco roto las enseñanzas del problema independentista catalán». Quiere promover el consejo europeo de las regiones, cooperar con los departamentos del sur de Francia y una red de oficinas regionales de zonas despobladas. Además, quiere aprovechar al máximo la captación de recursos procedentes de fondos europeos.