El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Eduardo Bandrés, expresó ayer la voluntad del Gobierno de Aragón de trabajar para reducir en la medida de lo posible la pérdida de 600 empleos en la fábrica de General Motors en Figueruelas. Bandrés reconoció que "no nos ha sorprendido" porqué él mismo, junto con el consejero de Industria, Arturo Aliaga, se entrevistó con directivos de GM-España en la sede del Departamento de Economía, donde "nos informaron con seguridad" del recorte anunciado ayer.

"No es una buena noticia que 600 personas tengan que dejar anticipadamente su empleo", dijo Bandrés, quien matizó que, dentro de la gravedad de las decisiones adoptadas por GM Europa, "la situación de Figueruelas permite tener esperanza en el futuro de la planta", ya que no se contempla "ningún fenómeno de deslocalización", y GM seguirá en Figueruelas durante muchos años.

Se mostró a la expectativa del proceso de negociación entre la empresa y los sindicatos para determinar las características de funciones y edad de las personas que dejarán la empresa, aunque recalcó que, en Aragón, se crean alrededor de 13.000 ó 14.000 puestos de trabajo al año, por lo que la comunidad tiene capacidad suficiente para absorber el impacto negativo de este ajuste. Bandrés mostró su confianza en que a lo largo del proceso de negociación, el impacto final, en términos de empleo neto sobre GM España sea menor, pero "esto habrá que negociarlo y pelearlo en todas las instancias de la empresa".

"No hay ningún plan de desmantelamiento", apuntó y subrayó que GM España ha llevado a cabo en los últimos años unas inversiones superiores a los 420 millones de euros destinadas a la renovación y modernización de la planta para la fabricación del modelo Meriva , a lo que se sumarán otros 400 millones de euros para la fabricación del nuevo Corsa , que se lanzará en el año 2006. Además, resaltó que se mantendrá intacta la capacidad productiva de la planta, que se sitúa en torno a los 2.000 vehículos diarios, algo que es "positivo" porque no habrá un impacto negativo sobre la industria auxiliar del automóvil.

IGLESIAS Por su parte, el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, aseguró ayer que su Gobierno ha comenzado una ronda de negociaciones con la dirección de GM España para tratar de minimizar el impacto del ajuste de plantilla y se mostró confiado en la obtención de resultados positivos a través de las negociaciones abiertas. "La factoría de Opel en Aragón es de las más rentables en todo el conjunto de Europa" e insistió en que Figueruelas tiene "un buen porvenir". Tras señalar que "quedan muchas cosas que hablar con los responsables de la factoría", confió en reducir los puestos de trabajo afectados por el plan de ajuste y que tendrán "garantías de que no quedarán fuera de juego".

Asimismo, CHA apostó por "recolocar a aquellos que finalmente sean despedidos", mientras IU aseguró que "si se opta por prejubilaciones, se estaría siguiendo la lógica capitalista de la empresa". Ambos grupos apostaron por diversificar el tejido empresarial, al igual que el portavoz del PP, quien consideró "preocupante" el anuncio del recorte y lo comparó con la reconversión industrial de otros sectores, como astilleros o la minería. Por su parte, el ministro de Industria, José Montilla, declinó ayer pronunciarse sobre la repercusión en España del plan de GM hasta que no conozca una comunicación oficial por parte de la empresa.