Juan Carlos Rodríguez Ibarra volvió a hacer ayer alarde de sus soluciones radicales al asegurar que si él fuera Maragall "echaría ipso facto " del tripartito al partido "que ha negociado la tregua". "No a uno, sino a todos", especificó Ibarra, para dejar claro que la salida de Carod-Rovira del Gobierno catalan no es suficiente. Para el presidente extremeño la única salida es la ruptura del tripartito. El barón extremeño auguró perjuicios electorales "extraordinarios" para su partido tras el anuncio de tregua catalana.

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, declaró desde México que "el partido socialista no puede gobernar con un dirigente o con un partido cuyo dirigente, además de separatista, ha estado reunido con los criminales".

Mucho más moderado que su colega extremeño, el presidente andaluz y del PSOE, Manuel Chaves, dijo que no era quién para dar lecciones a Maragall de cómo debe afrontar la crisis, pero pidió a ERC que asuma consecuencias políticas por sus actos.