--¿Cómo se encuentra, alcalde? ¿Cómo han sido los días siguientes a su renuncia?

--Me siento como si me hubiera quitado una mochila de cien kilos y es un alivio. La segunda sensación sería de gratitud, a la gente que me ha ayudado en momentos complicados. Las personas que son amigos míos me han felicitado por mi decisión y esa es la prueba evidente de que he acertado.

--¿Cuándo tuvo la certeza de que era el momento?

--Cuando empecé a criticar a Rubalcaba. Era obvio que si decía que había que renovar a las personas, porque si no iba a caer en picado como así ha sido, era obvio que me propusiera a mí mismo que el primero que tenía que aprender la lección era yo. También hay quien me pregunta por qué he tardado tanto y la respuesta es transparente: he tardado lo justo para no petardear las primarias. Al incrementar el porcentaje de avales y dar un plazo cortísimo para conseguirlos, eso equivalía a que no hubiera primarias. Esta era la única forma de que todo el mundo pudiera obtener el 20% y poder presentarse. Y de fondo, creo que el periodo de pato cojo debe ser lo más breve posible. No es bueno anunciarlo con dos años de antelación porque determina inquietud y se pierde un alto grado de autoridad moral. Debía retrasarlo todo lo posible. Dicho esto, estas primarias no son las que a mí me gustan. Habría querido que fueran abiertas y revisando en profundidad lo de los avales: o reducir drásticamente el porcentaje, en mi opinión al 5%, o suprimirlo sin más y hacer segunda vuelta entre los dos más votados. Son unas primarias imperfectas pero es mejor que lo sean a que no las haya.

--¿Y qué espera de ese proceso de primarias?

--Que hubiera más de dos candidatos, pero el 20% de avales es un porcentaje muy alto. No sé si habrá tres personas que puedan obtenerlo. Y luego, cuanta más participación haya, mejor, porque da más legitimidad y la posibilidad de hacer las listas.

--¿Será neutral?

--Absolutamente. Creo que ya hay experiencias suficientes en las que los intentos de influir en los procesos sucesorios suelen terminar mal. No debo entrar y mi criterio, para los que lo tienen en cuenta, es que deben actuar con plena libertad.

--¿Cómo espera que sean los próximos meses cohabitando con el futuro candidato?

--Es distinto si quien gana está dentro o fuera de la casa. Si está dentro, habrá que hacer compatible el apoyo al candidato con que esté obligado a ejercer de alcalde hasta el último minuto.

--¿Le queda algo por hacer?

--Que la línea 2 del tranvía no se bloqueé. Porque es una competencia del Gobierno y porque o se hace esta fase en esta legislatura o el calendario imposibilitaría inaugurarla en la siguiente. Y es evidente que la voy a seguir con la misma pasión que con la línea 1, aunque no sea alcalde.

--¿Y con CHA e IU?

--La duda es qué va a pasar con el presupuesto. Lo responsable es aprobarlo, porque será similar al anterior y si no lo apoyan deberán explicar por qué el año pasado sí y este no. La única diferencia es que hay elecciones.

--¿Han sido buenos o malos compañeros de viaje? ¿Le pasará factura al PSOE?

--Buenos. Y creo que no le pasará factura, paradójicamente, porque no me hicieron caso y prefirieron no entrar en el Gobierno. Vista la evolución, ha sido lo sensato hacerlo así.

--¿En estos doce años que cumplirá como alcalde, cuál ha sido, en su opinión, su mayor acierto y su mayor error? ¿Y por qué querría que le recordaran?

--A mí me recordarán por la Expo y a medida que pasen los años irá a más. En segundo lugar, dentro de lo positivo, está el tranvía, junto a todas las medidas sobre movilidad. En lo inmaterial, hemos ayudado a que Zaragoza pase de ser una ciudad grande a una gran ciudad, el provincianismo se bate en retirada. Otro, mantener la autonomía municipal y haber defendido los intereses de la ciudad, por encima incluso de los de mi partido. En lo negativo, solo tengo dos cruces: no haber convencido de que Expo Floralia era imprescindible como operación y para cerrar la orla este; y otra, quizá inducido, es que no hubiera 200 viviendas en el meandro de Ranillas.

--Respecto a Arcosur, ¿fue un error poner en marcha Arcosur?

--Es fácil decir que fue un error pero si lo fue, lo volvería a cometer.

--Tras una etapa de transformación tan importante, parece que hay una invitación a que quien le suceda apueste más por la ciudad consolidada...

--Existe el prejuicio de que solo me he dedicado a los grandes eventos, pero no es cierto. No solo hice una Expo, la acompañé de un plan de barrios. Ni ahora nos dedicamos solo a lo cotidiano, ni antes solo a lo iconográfico. ¿Que me gusta más lo macro que lo micro? Es cierto, porque disfruto dibujando la ciudad.

--¿Cómo han sido las relaciones institucionales con la DGA?

--Ha sido correcta, pero no puedo estar contento con que no nos paguen lo que nos deben y con que de la Ley de Capitalidad aún no sepamos nada. Había un compromiso de la presidenta.

--¿Ha sido leal la oposición?

--CHA e IU, sí. El PP, nunca. Ha primado su interés partidista y hace un seguidismo de la DGA incompatible con el consistorio.

--¿Estará presente en la campaña del futuro candidato?

--Todo lo que me pida lo haré. Pero nunca sabes si ayudas o no.

--¿Qué escenario electoral prevé?

--La clave es si Podemos se presenta en Zaragoza o no.

--¿Qué información le llega?

--Contradictoria. A nivel nacional, que no. A nivel local, que sí. Porque el núcleo duro opina que es mejor presentarse solo en Madrid y Barcelona, pero que en todas las demás ciudades no, para que llegue a las generales una imagen limpia y nítida de Pablo Iglesias y les da miedo entrar en los Gobiernos municipales y autonómicos, y que eso signifique entrar a formar parte del sistema o de la casta. En definitiva, que tengan que mojarse.

--¿Y qué efecto puede tener?

--Si no se presenta Podemos, el Gobierno en Zaragoza será de izquierdas, seguro. Ganaría con una diferencia, calculo, de 10 contra 20. Presentándose, ya veremos, porque tendrá que decidir si votar y formar parte de la casta o abstenerse. No sé si Podemos es un partido soufflé o ha venido para quedarse.