El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, impuso ayer la reforma del Gobierno municipal, con la que se ha hecho fuerte en el grupo socialista y ha demostrado su independencia del partido. El perdedor del envite, el número dos del consistorio, Carlos Pérez Anadón, se queda definitivamente sin poder decisorio sobre la economía municipal y ve como una de sus áreas, la de Servicios Públicos, se desdobla.

Los cambios, aprobados ayer por decreto, implican el nombramiento de tres nuevos tenientes de alcalde y la reordenación de delegaciones. Así, casi duplica el número de tenencias de alcaldía de los últimos años.

Belloch compareció ayer en persona para dar cuenta de su triunfo, que se empeñó en vender como una "remodelación racional" pensada en la "eficacia" de la gestión y no en el poder orgánico. También negó la crisis e insistió en que la reforma está pactada con Anadón y con la cúpula del PSOE, pero su mensaje fue muy distinto: "La elaboración de listas corresponde al partido, pero el alcalde tiene las competencias de designar a su equipo. Lo contrario sería actuar de forma absurda e ilegal".

Por su parte, Pérez Anadón optó por guardar silencio y por no contradecirle públicamente. Desde su sector se aseguraba que la crisis se ha cerrado "en falso".

La nueva estructura municipal amplía la Junta Local de Gobierno, en la que entran como tenientes de alcalde los socialistas Ricardo Berdié (Grandes Infraestructuras) y Carmen Dueso (Servicios Públicos) y la nacionalista Mar Herrero (Juventud y Deporte). Las nuevas áreas, con el consiguiente gasto, podrán estar en marcha en un mes.

IMPOSICION Con los nuevos cargos, los socios de Gobierno, PSOE y CHA, mantienen la correlación de fuerzas (ocho y tres miembros, respectivamente), pero Belloch desbanca a la familia de Pérez Anadón --que domina el aparato del partido--. El número dos municipal exigía decidir los dos nuevos cargos del PSOE en el Gobierno, aunque sólo ha colocado a Dueso --lo que le ofrecía el alcalde--.

Los cambios conceden por completo la gestión de Economía y Hacienda al fichaje de Belloch, el catedrático Alberto Lafuente. De su área salta finalmente Carmen Dueso --hasta ahora edil de Hacienda--, por lo que Pérez Anadón queda condenado a pactar con Belloch la financiación de cualquiera de los proyectos que pretenda llevar a cabo. Lafuente también tendrá bajo sus órdenes a Ricardo Cavero, de Ciencia y Tecnología.

Los únicos que salen beneficiados de esta crisis son Carmen Dueso y Ricardo Berdié, que recuperan su estatus municipal de principios de legislatura. Belloch no escatimó elogios para Berdié, fruto de su acercamiento mutuo, según fuentes municipales: "Es un político experimentado, con capacidad. Se va a enriquecer el Gobierno con su presencia".

LA CONCESION La única concesión del alcalde es mantener a Florencio García Madrigal --del sector de Anadón-- al frente de Régimen Interior. Su pretensión era concentrar el área junto a la de Participación Ciudadana en su hombre de confianza, Antonio Becerril. De él dependerá ahora la concejalía del Mayor, gestionada por Laureano Garín --también del sector de Pérez Anadón--. Belloch está pensando en relevarlo en próximas fechas, aunque no lo reconoció públicamente.

El número dos del consistorio ha tenido que desdoblar su principal área, Servicios Públicos. Pérez Anadón queda como teniente de alcalde de Presidencia y el resto en manos de Dueso. Belloch hizo su particular lectura, dando por hecho que su compañero de partido sale reforzado: le quita la gestión diaria y le da más libertad para hacer política: "Se trata de potenciar la actividad de coordinación de las áreas para mejorar la efectividad de la gestión municipal", añadió.

El alcalde también dejó muy claro que se reserva el cargo de portavoz --cargo que desempeñaba Lola Campos-- en todos los temas relevantes y que habrá un adjunto por cada partido, aún por designar.

Belloch tampoco rehuyó la lectura de lucha de poder en el partido. Así, señaló que su prioridad es la gestión de la ciudad, aunque no descarta intentar luchar por lograr más cuota orgánica en el PSOE. "No renuncio a nada", sentenció.