Nadie es profeta en su tierra, reza el dicho, y Mariano Rajoy lo ha confirmado en las elecciones del 14-M. El candidato popular obtuvo en Galicia, su comunidad natal, menos votos de los que logró el vallisoletano José María Aznar en el año 2000. En aquella ocasión, la comunidad gallega aportó 16 diputados a la mayoría absoluta del Partido Popular, con 888.092 votos y un porcentaje del 53,99%. En los actuales comicios, y pese a que el PP vendió con especial insistencia la condición de gallego de Rajoy, el líder popular superó escasamente los 810.000 votos, unos 70.000 menos, y un total de 12 diputados, cuatro menos, con un porcentaje del 46,51% en tierras gallegas.

Hay que tener en cuenta que, por la pérdida de población, la provincia de Pontevedra cuenta con un escaño menos, y eso perjudicó al PP, que domina en esta circunscripción.

CASTIGO POR EL 11-M Pero, sin duda, lo que más influyó en el voto de los gallegos fue lo mismo que condicionó al resto de los españoles: los atentados del 11-M.

El Bloque Nacionalista Galego (BNG), por su parte, sufrió una gran decepción al no conseguir aumentar el numero de escaños. De hecho, perdió un diputado, que los nacionalistas atribuyen a "la bipolarización de la política" que favoreció excepcionalmente al PSOE. Con poco más de 200.000 votos en los actuales comicios, el 0,81% del total estatal, el Bloque obtuvo 2 diputados.