Hace 30 años, en 1986, se descubrió una de las villas romanas del noreste peninsular con más riqueza decorativa. En el yacimiento de La Malena, a dos kilómetros de Azuara, vio la luz un mosaico, Bodas de Cadmo y Harmonía, del siglo IV que ha dado la vuelta al mundo. Ahora se encuentra enterrado en la tierra «para salvaguardar su conservación». Ya no se puede visitar ni el Centro de Interpretación donde se podía contemplar una reproducción del mosaico ya que tuvo que cerrar sus puertas en el 2012 al quedarse el ayuntamiento sin fondos después de que el Gobierno de Aragón retirara su ayuda.

El deterioro del yacimiento (en el que no se trabaja desde hace 20 años) hizo que se iniciara una movilización popular que canalizó en el grupo en Azuara Apoyo a La Malena. «Los mosaicos se han ido deteriorando todos estos años cubiertos -explica Marina Martínez, de la comisión permanente de la asociación-. Para poder descubrirlos y restaurarlos hace falta una cubierta que evite que se queden a la intemperie y se estropeen más y por eso llevamos luchando mucho tiempo». Finalmente, el Gobierno de Aragón ha destinado 150.000 euros este año y ha sacado a concurso el anteproyecto de la protección de la villa y el proceso de ejecución de obras para la cubierta de la estancia 26 (donde se encuentra el mosaico de las bodas), del que ha resultado ganador Javier Ibargüen y desde la asociación esperan que empiecen las obras en septiembre u octubre.

PRECAVIDOS

Sin embargo, desde la asociación son precavidos: «Creemos que es un poco tímido el inicio de la actuación con 150.000 euros teniendo en cuenta la importancia de la villa. Necesitaríamos un mayor esfuerzo económico para avanzar más...», señala Martínez y es que el yacimiento es vital para Azuara: «Son unos mosaicos muy importantes, que están difundidos y hay mucha gente que viene a verlos pero está todo cubierto con tierra y el centro de interpretación, que era una cosa circunstancial, también está cerrado».

Para Nacho Escuín, director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, «es necesario hacer un buen plan de acceso para los yacimientos de la comunidad y comprenderlos» porque «el turismo cultural es una apuesta de patrimonio y hay que hacerla realidad».

En el lado opuesto a La Malena está Villa Fortunatus en Fraga donde una serie de actuaciones han convertido al yacimiento en uno de los pocos en Aragón que está acondicionado para las visitas turísticas y en el que se han acometido obras para su puesta en valor. Tras los estudios pertinentes se determinó que Villa Fortunatus fue la vivienda construida en el siglo II de una rica familia romana y su denominación no es fruto de la casualidad sino que se debe a una inscripción en mosaico, que alude a su propietario. Algunos de los mosaicos más importantes se encuentran en el Museo de Zaragoza pero Villa Fortunatus cuenta con otros que se pueden visitar.

Algo que es posible gracias a los trabajos para cubrirlos que se realizaron entre el 2006 y el 2008, lo que permite la organización de visitas guidas para grupos. Actualmente, el Gobierno de Aragón tiene presupuestada la reparación de la cubierta y acondicionar los accesos así como crear un párking ya que es uno de los yacimientos que recibe a más escolares.

Otros yacimientos también se pueden visitar y algunos organizan puntualmente recorridos guiados como es el caso de Los Bañales que lo hará los tres primeros domingos de agosto a las 11 horas por 3 euros. En Azaila también se puede recorrer el Cabezo de Alcalá o en Velilla de Ebro Lepida Celsa, ambos cuentan con centros de interpretación que son recomendables ver antes de ir al yacimiento. El que no se puede ver tampoco es el de Contrebia Belaisca en Botorrita donde se han encontrado cuatro bronces, tres de los cuales no se han podido descifrar.