Sólo tres semanas después de que España se estremeciera de dolor ante el atentado más sangriento de la historia de Europa, los terroristas volvieron a intentarlo ayer colocando una bomba de 12 kilos de goma-2 eco en las vías del tren por las que circula el AVE, en su trayecto Madrid-Sevilla.

El trabajador de unas obras en la misma vía evitó una nueva masacre cuando descubrió, cerca de las 10.30 horas, el paquete sospechoso y alertó a la Guardia Civil. A partir de ese momento, el tráfico por la línea del AVE quedó restringido, y se suspendió totalmente a las 12.30.

El ministro en funciones Angel Acebes compareció ayer dos veces. Ojeroso y flanqueado en su segunda aparición por el ministro de Defensa, Federico Trillo, optó por ser "cauteloso" y no quiso atribuir el atentado a ninguna organización terrorista hasta que no avancen las investigaciones que, esta ocasión, realiza la Guardia Civil. Sin embargo, él mismo se encargó de señalar que tanto el explosivo como el detonador encontrados en las vías son "similares a los usados el 11 de marzo en Madrid" por los terroristas islamistas.

BAJO UN PUENTE El artefacto estaba colocado en el kilómetro 61.200, entre los términos municipales de Mocejón y Villaseca de la Sagra, en la provincia de Toledo. El punto elegido está bajo un puente y en un tramo en obras, porque se están realizando los trabajos para el enlace de la línea del AVE con Toledo.

Un operario de una empresa contratada por el GIF (Gestor de Infraestructuras Ferroviarias) que trabaja en esas obras descubrió junto a uno de los raíles una bolsa de plástico transparente de la que salía un largo cable que se perdía bajo la valla que protege el trayecto del AVE. La bolsa es de un conocido centro comercial. El empleado alertó al servicio de seguridad de Renfe, y éste a una patrulla de la Guardia Civil de Mocejón, que llamó directamente a los técnicos en desactivación de explosivos, que pudieron neutralizar la bomba.

Los terroristas no forzaron la valla que protege el AVE, indicaron fuentes de la investigación, que sospechan que pudieron aprovechar un terraplén que hay junto al puente para bajar hasta las vías. Una vez dentro, colocaron el paquete explosivo y desenrollaron los 136 metros de cable que acababan justo tras el terraplén. El extremo final del cable estaba pelado. Para poder acceder al interior de las vías, la Guardia Civil sí manipuló posteriormente la valla, a unos 150 metros del lugar donde estaba colocado el explosivo.

UNAS HORAS ANTES Los investigadores sospechan que los terroristas colocaron el artefacto entre las 8 y las 10 de la mañana. ¿Por qué? La bolsa de plástico estaba seca, y llovió durante toda la noche y buena parte de la madrugada. Además, una patrulla de la Benemérita controla el trazado del AVE en esa zona, aunque las mismas fuentes reconocieron que la inspección se lleva a cabo tras la valla y que, por ese punto concretamente, pasaron sobre las 7.30 horas, sin advertir ningún movimiento sospechoso.

Los terroristas tuvieron que abandonar la zona precipitadamente, seguramente por la presencia de los operarios de Renfe. El artefacto colocado en la vía no tenía metralla --a diferencia de los que explotaron en los cuatro trenes de Madrid-- y estaba pegado a un detonador de cobre unido al cable. Al artefacto tan sólo le faltaba para poder explotar un iniciador, manual o eléctrico, que se

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