Los fines de semana se han convertido en un calvario para los operarios de FCC que trabajan en Parques y Jardines. Ramas rotas, aspersores estropeados, contenedores volcados y, últimamente, hasta artefactos explosivos. "Hay mucha faena tanto en verano como en invierno para mantener no sólo los riegos, sino los arbustos y árboles, así como la limpieza en general", afirman. Sin embargo, a todo ello se ha sumado últimamente el denominado botellón, "que si antes se concentraba en algún parque ahora se ha extendido a toda la ciudad". Zaragoza cuenta en la actualidad con unos tres millones de metros cuadrados de parques y jardines que hay que cuidar, y a cada operario le corresponden entre 16.000 y 18.000 metros cuadrados.