Los boticarios insisten en la conveniencia de que la farmacia comunitaria esté integrada en la Atención Primaria del Salud. Su reivindicación no tiene nada que ver con una posible pérdida de la independencia de la farmacia y de su modelo de titularidad y propiedad vigente en toda España, sino que persigue una mayor inversión de la Administración en este sector que propicie una mejor comunicación entre el farmacéutico y el médico de familia.

La petición es una antigua aspiración de los titulares de estas oficinas que consideran que este modelo de integración contribuiría decisivamente a mejorar la salud de los pacientes, sobre todo, en el caso de crónicos y polimedicados. «El 30% de los ingresos en Urgencias son provocados por problemas derivados con los medicamentos y si la Administración invierte en farmacia comunitaria y en programas específicos conjuntos rebajaríamos mucho la incidencia de esos problemas y mejoraría la adherencia del paciente al tratamiento», expone Ramón Jordán, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza.

De hecho, los boticarios renuncian a considerarse el «eslabón perdido» de la cadena sanitaria. «No solo hacemos llegar el medicamento al paciente, sino que queremos dar un paso más. La independencia de la propiedad de la farmacia es necesaria para que esta funcione bien pero ese modelo de integración, que no se meta dentro del funcionamiento interno actual, mejoraría la comunicación, como, por ejemplo, también en la receta electrónica», añade.

Adherencia

«El médico solo lo ve cuando se mete en el historial del paciente, pero esa integración con la farmacia mejoraría decisivamente esa comunicación que, si bien en el medio rural es algo mejor, no es así en el urbano», insiste Jordán. Porque el objetivo, insisten los boticarios, reside en que los pacientes no pierdan la adherencia al medicamento, es decir, que sigan tomándolo.

«Ahora no estamos cerrando bien el círculo. El paciente va a la farmacia y adquiere su medicamento, pero si no se le controla la adherencia y no estamos en contacto directo con el médico, caemos en el riesgo de seguir con el actual 50% de fracasos terapéuticos debido a la falta de adherencia. Se trata de llevar un control de estos pacientes, sobre todo polimedicados, crónicos y ancianos. Si la farmacia comunitaria está integrada en la Atención Primaria, se nos escaparían pocos pacientes por falta de adherencia», dijo Jordán. El sector también reclama a la Administración que invierta en el sistema de disposición personalizada, un envase que organiza la medicación por días y tomas.