El brote de legionela detectado hace unos días en el Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza ya se ha cobrado su primera víctima. Se trata de un hombre de 84 años de edad que llevaba ingresado desde el pasado sábado en el Servet, donde falleció poco antes de la siete de la tarde. Pero, además, a la lista de afectados se unieron ayer cuatro casos más. Uno de ellos tiene su origen en el Clínico, extremo aún por confirmar en los otros tres, según explicó la DGA. La propia consejera de Salud, Luisa Noeno, pidió ayer calma ante esta situación, aunque añadiendo que no descarta que aparezcan más casos en los próximos días.

Con los últimos afectados, ya son diez las personas ingresadas por el brote del Clínico y la DGA está examinando si otros ocho casos diagnosticados en Zaragoza proceden del mismo origen, a partir de las colonias de legionela detectadas en dos torres de refrigeración, que emiten al exterior microgotas de agua. Por otra parte, está descartada la relación con otros siete diagnósticos. Hasta el momento el número de pacientes con legionelosis declarados en este mes en Zaragoza es de 26.

Entre ellos están los nuevos confirmados ayer. El primero de ellos, que sí tiene relación con la cepa del Clínico, corresponde a un hombre de 67 años que estuvo cuidando a un familiar en ese centro hospitalario a principios de junio y que ayer ingresó en el Royo Villanova, donde evoluciona favorablemente.

También están reaccionando positivamente los otros tres afectados que presentan una relación circunstancial con el hospital, por residir cerca o transitar habitualmente por sus proximidades. En concreto, una de las ingresadas es vecina de la zona. Se trata de una mujer de 73 años, residente en el sector, que llegó al centro con tos y cierto malestar y que fue hospitalizada tras resultar positiva la analítica de antígenos de legionela en la orina. Los otros dos casos diagnosticados corresponden a un hombre y a una mujer de 73 y 83 años que han ingresado en el Servet.

En cuanto a la víctima mortal, llegó el sábado a este mismo hospital con síntomas de legionelosis. El nexo de relación con el brote se estableció porque esta persona había estado ingresada en el Clínico durante el periodo en el que se habría producido la contaminación de dos de sus torres de refrigeración.

Tras el fallecimiento de esta persona, el número de enfermos que permanecen ingresados es de diez. De ellos, seis se encuentran en unidades de cuidados intensivos (dos en estado grave) y el resto en planta. Por otra parte, el médico del Clínico Universitario diagnosticado de legionela continuaba ayer en estado grave en la UCI de este mismo centro, a pesar de que fuentes hospitalarias habían comunicado el día anterior que había sido dado de alta.

MENSAJE DE TRANQUILIDAD En cualquier caso, el director general de Salud Pública y catedrático de Medicina Preventiva, Luis Gómez, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a la población y en especial a los pacientes, familiares y trabajadores del hospital, y sobre todo a aquellos que deben ingresar para someterse a una intervención.

"Podríamos decir que la mayor parte de los casos se agolparon durante la semana pasada y ahora tan sólo se registra alguno aislado. Estamos de bajada", explicaba el director general. "Además, desde el día 15 en que se conocieron los resultados y se desinfectaron las torres exteriores, hay una hipervigilancia y una gran seguridad, con controles continuos, que han dado negativos". Ese día, además de limpiar las torres con una hipercloración, se tomaron muestras, una acción que se volvió a repetir el viernes, 19 de junio. "En los cultivos no crece nada. Están siendo negativos y se observan continuamente".

Asimismo, sigue adelante el control en las 21 torres de refrigeración que existen en un radio de un kilómetro alrededor del Clínico. Dichas muestras se tomaron ya por técnicos de Medio Ambiente el jueves y el viernes de la semana pasada y el lunes. Sin embargo, los resultados de las tomas realizadas en el resto de las torres de refrigeración no se podrán conocer hasta dentro de 10 o 15 días.

Los datos podrían ayudar a esclarecer el origen o los distintos posibles focos de este brote, que se ha caracterizado por un patrón muy dispar, con pacientes ingresados en diferentes plantas y con casos diagnosticados circunstanciales. En algunos casos (como en los últimos detectados), su relación con el hospital no era otra que transitar por las inmediaciones.

En cualquier caso, el responsable de Salud Pública recordó que el contagio no se ha producido nunca a través de las instalaciones del aire acondicionado en el interior del hospital. Preguntado por la forma en que pudieron contagiarse los 10 pacientes relacionados con el brote del Clínico, Luis Gómez insistió en que "en unas ocasiones se han abierto ventanas; en otros, los enfermos han salido al exterior y también ha habido enfermos que sólo han acudido para una asistencia ambulatoria y que han podido inhalar en la calle las micropartículas que emiten las torres y que arrastra el viento". Salud Pública reconoció haber solicitado datos de viento al Instituto Nacional de Metereología en junio.

Por su parte, la consejera de Salud, Luisa María Noeno manifestó su confianza en que las acciones llevadas a cabo permitan en breve dar por finalizado este episodio, aunque no descartó que aparezcan nuevos casos. Además del control de 21 torres de refrigeración, Noeno explicó que se ha cursado una nota informativa para pacientes, usuarios y trabajadores del centro y se ha informado al Comité de Prevención de Riesgos y Salud Laboral, a las asociaciones de vecinos y al ayuntamiento.

Las primeras conclusiones sobre todo lo actuado, dijo Noeno, permiten afirmar que "los sistemas de información y control epidemiológico han funcionado correctamente, lo que ha permitido establecer una rápida localización del foco de contaminación". En segundo lugar, agregó, se han activado todas las medidas de investigación y prevención y, en tercer lugar, "mantenemos una actitud de vigilancia activa".