Javier Lambán compareció en el Senado para exponer su posición de que no le importaría acabar con el Senado. Una declaración de intenciones en toda regla, y por eso defendió darle más enjundia al órgano que reunió ayer al Gobierno dentral con el resto de comunidades autónomas, salvo País Vasco y Cataluña que quisieron dar así la habitual nota de rebeldía. «Tiene que ser un embrión que hay que reforzar. La mayor parte de los presidentes autonómicos iba cargada con maletas de documentación y sus discursos impresos para distribuir al final de la larga reunión que mantuvieron y que solo se vio interrumpida por un breve buffet servido en la monumental biblioteca del Senado, en el centro más neoclásico de Madrid.

No fue el caso de Javier Lambán, que llegó ligero de equipaje y de protocolo, con las ideas claras y, como suele ser habitual en sus intervenciones, contundencia en los mensajes que quería transmitir al resto. La segunda presidida por Rajoy en sus cinco años de Gogierno. Lambán llevó también algunas reivindicaciones de otros grupos, con los que se ha reunido estos días. Y no dejó escapar la oportunidad para criticar las políticas austericidas y recordar la importancia del Canfranc para Aragón.

Ayer se estrenó por todo lo alto el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, quien destacó la buena voluntad de los Gobiernos socialistas, en especial del aragonés Vicente Guillén, para llegar a acuerdos. También algunos socialistas le devolvieron el guante. Rajoy, como siempre, sin inmutarse. Lo mismo le dio que preguntaran por la caja B del PP, que por el Yak-42 que por Puigdemont. En su comparecencia pasó por alto la mayor parte de la conferencia para analizar la situación europea.Y para advertir a las comunidades que pidan lo que pidan, la caja está vacía. 600 periodistas buscaban por los pasillos algún titular a una reunión que, dispensa poco más de un par de anécdotas y la firma de acuerdos de los que luego hay escaso seguimiento.

También los hay quienes buscan titulares ajenos a la conferencia. Y en Lambán lo encontraron cuando habló del derecho que tiene el compañero «Francisco Javier López (por ser precisos y no llamarle Patxi) a presentarse a las primarias, al igual que a Pedro Sánchez», al que ve capaz «de casi todo». Aunque, eso sí, los «discursos monoverbales» nunca le han sucedido, en referencia al «no es no». Será, como dijo, porque si de algo se peca en el PSOE es Si pecamos de algo es de exceso de democracia interna».