«Nunca me veréis celebrar la victoria como si fuera un combate de boxeo», exponía ayer el reelegido secretario general del PSOE aragonés, Javier Lambán, a sus enfervorecidos seguidores en el salón de actos de la sede de Conde Aranda. Porque, una vez ganadas las primarias, el camino es restañar las heridas entre «los que nos sentimos ganadores y los que puedan sentirse perdedores».

El ambiente no era ciertamente de velada de boxeo, aunque sí se daba un aire a un concierto, a tenor de la atronadora música de los Black Eyed Peas (I gotta feeling) que le recibió, con la letra de «tengo un pálpito, de que hoy va a ser una buena noche». Lo era para el presidente del Gobierno de Aragón, que no ahorró chascarrillos durante su intervención.

Gran parte de ellos tuvieron como hilo conductor un autorretrato suyo tomando citas de Antonio Machado, como aquella de «ya conocéis mi torpe aliño indumentario», que amplió hablando de cómo se le sale la camisa del pantalón indefectiblemente, se mancha al comer o no consigue, por mucho que lo intenta, aparentar «una figura estilizada».

También desató risas del público al agradecer la colaboración de los «cientos» de militantes a lo largo del proceso electoral, «a los de Zaragoza, a los de Teruel... e incluso a los de Huesca», añadió con retranca, en alusión a su mal resultad en el Alto Aragón.

Su comparecencia llegaba minutos después de la de Dueso, que pese a que le había felicitado por teléfono -confirmaron ambos-, no se cruzó con él en la sede. De hecho, se quedó en el vestíbulo, sin perder la sonrisa. Más amplia incluso que la del presidente, que llegó incluso emocionado pero se serenó para el speech.

La noche tuvo buen ambiente, como lo tuvo la votación de por la mañana, distendida y amistosa, incluso alegre entre los militantes, como si se tratase de un reencuentro de viejos amigos. Estos ya anticipaban un resultado reñido por la mañana, y según se quiera mirar, así fue. La división no se notaba en la votación, y Lambán se comprometió a que tampoco lo haga en adelante.