Los operativos especiales impulsados tanto por la Policía Nacional como por la Guardia Civil ante el incremento de los robos en domicilios e instalaciones agrícolas aragonesas realizados por parte de bandas itinerantes de georgianos, serbo-croatas y rumanos, principalmente, está dando sus frutos como así lo indica el balance de criminalidad que ayer presentó el Ministerio del Interior. Las sustracciones en establecimientos y granjas han caído un 3,5%, mientras que las ocurridas en domicilios particulares el descenso aún es mayor con un 6,3% menos.

Donde más han bajado estos hechos delictivos ha sido en la provincia de Teruel con un 58,3% menos, seguido de la capital aragonesa con un 16,5%. En total, hasta el mes de junio, se han producido 348 robos en domicilios frente a los 417 que tuvieron lugar en el mismo periodo del pasado año.

Aunque la situación en lo que a este hecho delincuencial afecta es positiva en el conjunto, resalta la provincia de Huesca por todo lo contrario. Allí ha aumentado un 18,2%, registrándose 143 robos en pisos. Una situación que se repite en los hurtos (carteristas o sustracciones en comercios), donde solo aumenta en la provincia oscense, un 9,1%. Sin embargo, a nivel regional este delito ha descendido un 5,9%,

VIGILANCIA

Estas caídas responden, según defienden los investigadores especializados en este tipo de delitos, a la labor de vigilancia y «presión» que realizan con respecto a las organizaciones criminales que se dedican a ello. Y es que dentro del modus operandi que muchas de estas bandas llevan a cabo resalta que los partícipes no cuenten con antecedentes policiales para no ser reconocidos en la vía pública durante los operativos que desarrollan.

Otra cuestión importante es la labor de prevención que debe realizar la ciudadanía, especialmente, durante las fiestas o vacaciones que son los momentos elegidos por estos delicuentes para desvalijar viviendas. No dejar ventanas abiertas, recoger el correo postal durante las ausencias de la vivienda o extremar la seguridad con alarmas de seguridad o con cerraduras más actualizadas también les repelen.

La última desarticulación importante llevada a cabo en la comunidad en estos meses fue la bautizada como operación Tufas. Tres individuos de origen chileno habían conseguido asaltar más de cien chalets en menos de cuatro meses. Con su detención, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) consiguió recuperar el mayor alijo de joyas intervenido a unos ladrones en Aragón. Todas ellas fueron devueltas a sus propietarios en situación de depósito.