El pasado jueves, día 27de junio, CaixaForum Zaragoza celebraba con una jornada de puertas abiertas sus cinco años de presencia en la capital aragonesa. Un lustro en el que se han hecho realidad los objetivos que se planteban el día de su inauguración, transformar y enriquecer la vida cultural de la capital aragonesa y por extensión de toda la Comunidad Autónoma.

Desde entonces, más de 1,3 millones de personas han pasado por sus instalaciones para disfrutar de alguna de las 35 exposiciones programadas y de las 6.000 actividades dirigidas a todos los públicos, convirtiénsose no solo en un referente en sí mismo, sino también en un espacio que ha dinamizado el mundo cultural de la ciudad animando a otras entidades públicas y privadas a plantear propuestas cada vez más interesantes.

«Nosotros no vinimos a competir, sino a sumar, a aportar a la ciudad contenido cultural y a contribuir al desarrollo de la Milla Digital», cuenta el director de CaixaForum Zaragoza, Ricardo Alfós. Un aspecto, este último, que quedó paralizado con la crisis al no poderse a cometer el proyecto urbanístico que se pretendía en la zona en la que se ubica el centro, algo que , podría pensarse, quizá haya podido afectar a que CaixaForum no haya llegado a situarse en el lugar preeminente que en principio se planteó. Sin embargo, Ricardo Alfós resta importancia a este contratiempo. «La urbanización de la zona es una asignatura pendiente, pero nosotros sabemos que hemos aportado a ello nuestro granito de arena y cuando se el proyecto se realice la ciudad se enriquecerá».

De lo que el director de CaixaForum Zaragoza sí está completamente satisfecho es del primer aspecto, el de la aportación cultural y social a la ciudad y, sobre todo, en la respuesta de la población. «Al principio costó un poco, pero el balance es muy positivo, pues el público de Zaragoza nos ha recibido de forma inmejorable. Abrimos vísperas de una Noche en Blanco, por la que pasaron 6.000 personas, y así hasta hoy que superamos los 1,3 millones de visitantes, pero tenemos claro que los números no son el único indicador sino también la calidad tanto de las exposiciones, como de las visitas ya que tenemos actividades para colegios, colectivos desfavorecidos, etc», explica.

Aunque el programa de actividades es muy variado, si hay algo por lo que se singulariza CaixaForum es por la calidad de sus propuestas expositivas, sin duda su buque insignia. El potencial de la Fundación La Caixa y sus convenios con otras entidades culturales y grandes museos como El Prado o el Britihs Museum han permitido recalar en Zaragoza muestras de la categoría de Dalí atómico, La competición en la antigua Grecia, Los pilares de Europa, Momias egipcias o la que en estos momentos ocupa el espacio principal Arte y mito. Los dioses del Prado. Pero también otras destinadas a un público familiar como Disney. El arte de contar historias o Pixar. 25 años de animación.

«Es verdad que en nuestra situación, con una Fundación que está entre las más importantes del mundo, podemos acercar a la ciudad exposiciones de alto nivel, pero eso es compatible con apostar con dar visibilidad al talento local, tanto en el mundo del arte, como en el de la música o el cine» como ha sucedido con Néstor Lizalde, Vicky Calavia, Alejandro Monge o Álvaro Ortiz, entre otros, además de los conciertos de grupos aragoneses.

«Nuestro proyecto se ha consolidado en Zaragoza, se ha establecido un diálogo con la sociedad y participamos en iniciativas tanto municipales como con el Gobierno de Aragón, e insisto, no somos competencia sino compañeros de viaje y cuantos más componentes estemos más ganaremos todos», concluye Ricardo Alfós.

Así lo entienden también otros actores culturales de la ciudad, que consideran a CaixaForum una pieza esencial en el mundo artístico y social de la capital aragonesa, a la que ha servido de revulsivo en estos cinco años de funcionamiento. «El centro, sin duda ha sumado una apuesta interesantísima tanto a la ciudad como a la Comunidad», dice Nacho Escuín, consejero de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón.

complementarios / Escuín, responsable político de un museo como el Pablo Serrano, asegura que CaixaForum, «ha sido un vecino con el que se ha podido hacer de todo, pues también hemos compartido proyectos; ellos han colocado a la ciudad en una ruta por la que pasan grandes exposiciones y lo importante es que lo hemos sabido leer a la hora de crear nuestra oferta, saber lo que podemos aportar cada uno y complementarnos».

Y es que la presencia de CaixaForum no solo ha redefinido la política cultural de las instituciones públicas. Entidandes como la Fundación Ibercaja pasó a llamar Museo Goya al antes denominado Museo Camón Aznar un año después de la llegada de CaixaForum, y hacer que las muestras en este centro giren siempre en torno al gran maestro aragonés, incluyendo tanto arte digamos histórico como contemporáneo como la dedicada a Lita Cabellut. Además por el Patio de la Infanta de la entidad han pasado muestras como las dedicadas al pop art americano, o la actual sobre Julio Romero de Torres. No se trata de competir, pero sí se asume, como apuntan en la propia Fundación Ibercaja, «que el hecho de que otras instituciones se compromentan con nuestro territorio enriquece la oferta y los recursos para el conjunto de la sociedad, y la sana competencia nos hace mejores a todos».