Las intensas lluvias asolaron ayer de nuevo varias comarcas aragonesas como Calatayud, Campo de Borja, Aranda y Ribera Alta del Ebro y se suman así a la comarca del Matarraña, la más afectada estos días por las lluvias. El agua sigue siendo protagonista de desperfectos en diferentes municipios y localidades. En concreto, cayeron casi 70 litros en Tauste, 12 litros en Gallur y 52,4 litros en Calatayud en tan solo 10 minutos que anegaron locales y garajes. En este último municipio tuvieron que reforzar servicios como la brigada municipal o la Policía Local para hacer frente a las situaciones de emergencia. Estas precipitaciones provocaron cortes intermitentes en algunas carreteras por acumulación de agua. Permaneció cortada la salida 231 de la A-2 a su paso por Calatayud, la A-1101 en Épila, la N-232 en Pedrosa, la A-2302 entre Mesones y Tierga, la A-1503 en Illueca o la A-202 en La Tranquera.

Illueca también sufrió los efectos de este temporal, aunque no fue tanto por las lluvias torrenciales sino por efectos colaterales. Se desbordó el Aranda a su paso por la localidad e inundó el paseo de la Chopera, el juzgado, el colegio y la guardería, además de dejar daños en fábricas de calzado que tuvieron que cesar su actividad durante algunas horas. En una de ellas tuvieron que actuar los bomberos debido a un desprendimiento del techo.

Además, el alcalde de Brea de Aragón, Raúl García, pedirá que sea declarada zona catastrófica ya que el 95% de los tejados de las fábricas sufrieron desperfectos y alrededor del 90% de los bajos se inundaron. Aunque tienen que hacer balance de los desperfectos, esto puede suponer un gran golpe a la economía local ya que se esperaba una buena campaña de producción de calzado.

A pesar de que en algunas otras localidades más afectadas no volvió a llover, siguen evaluando los daños ocasionados. En Valjunquera continúan sin suministro de agua potable y todavía no conocen la parte afectada debido al embarramiento de la zona. También han perdido parte de los cultivos de almendro y olivo por las granizadas. El caso de Monroyo también es complicado. Este pueblo se encuentra situado bajo una zona de muela y en marzo ya se desprendió una gran roca de más de cien toneladas. Con las lluvias se ha formado una balsa de agua que se filtra bajo las rocas y desde el ayuntamiento temen que se vuelva a producir alguna catástrofe. Muchas fueron las personalidades de distintas instituciones que se preocuparon por el estado de localidades afectadas, entre ellas el consejero de política territorial del Gobierno de Aragón, Antonio Suárez, y la presidenta de la Diputación Provincial, Carmen Pobo.

Las lluvias que asolan Teruel esta semana no parecen ser algo extraño para la Agencia Estatal de Metereología. Según la Aemet, esta es una situación típica de inestabilidad que se produce en verano debido a una bajada de presión en niveles altos con un embolsamiento de aire frío en altura. Este fenómeno atmosférico que se produce también en provincias como Zaragoza o comunidades como La Rioja, es de mayor intensidad en Teruel debido a la zona montañosa y mediterránea que le aporta aire húmedo, "el combustible perfecto de las tormentas".

Los daños producidos por las lluvias torrenciales en localidades como Fuentespalda, que pedirá ser declarada como zona catastrófica, contrastan con la normalidad que intentan transmitir desde la Aemet. "Es un fenómeno bastante típico, son lluvias de corta duración originalmente con granizo y rachas de viento que pueden producir tornados. La única diferencia es que se están repitiendo más continuadamente en el tiempo, pero no son más intensas", aseguraron desde la agencia.