El nublado seguía al mediodía sobre Zaragoza, lo que nunca es buena señal para concentraciones en la calle, más si caen en sábado rojo calendario. Pero el 1º de Mayo avanzó ayer hacia su meta en el Paraninfo con suficiente afluencia y en tono bastante relajado. Poco eco tenían las consignas que emanaban de la megafonía, mas allá de las obligadas voces de las tres primeras filas tras la pancarta unitaria. Compañeros de trabajo, familias, y luchadores de toda la vida se mezclaban con la cada vez más visible presencia de inmigrantes.

Ni el tráfico de la plaza Paraiso logró perturbar el impresionante minuto de silencio. El 11-M parece lejano, pero su sóla mención sobrecoge.

Tordesillas llevaba la pancarta por última vez. Membrado la seguía a pocos metros por primera. El nuevo diputado va a ser portavoz de la Comisión de Políticas Sociales y Empleo en el Congreso. "Los que creemos en lo valores sociales tenemos que estar en la política y en el sindicalismo. Ocho años retrocediendo en los aspectos sociales nos obligan a tomar carrerilla" afirmó mientras contestaba con un monosílabo al asunto Moulinex: "Salvajada".

OSTA, que preveía una pancarta de futuro, tras las nuevas voluntades en trasvase o estatutos, La hora de Aragón , tuvo que ampliar con un Todos somos Moulinex su mensaje de arranque.

Tras los discursos, La internacional fue coreada con sentimiento y puños en alto, alguno africano, aunque no siguiera la letra.