El Ayuntamiento de Zaragoza ha hecho los deberes poco a poco y como ha podido. En los últimos años se han invertido en la zona 1,2 millones de euros con el objetivo de sanear los alrededores del distrito y mejorar su accesibilidad consiguiendo transformar la imagen del distrito. De ser un vial rodeado por naves, comienza a coger tono proyectando le esencia de un barrio. De este millón de euros, el consistorio no ha aportado nada. El dinero ha venido por días vías diferentes: propietarios y Fomento.

El papel asignado en esta obra a Urbanismo ha sido del de director. El ayuntamiento se ha encargado de negociar con las decenas de propietarios que tienen terrenos a lo largo del vial de la avenida. "No ha sido tarea fácil", aseguraron fuentes municipales. El total de propietarios tenían --y tienen-- la obligación por ley de adecentar sus terrenos por pertenecer a suelo público. Así, los dueños de las naves y terrenos han destinado 700.000 euros para satisfacer las peticiones del consistorio y contribuir a la habitabilidad de los alrededores. ¿En qué? El objetivo principal era el derribo de naves y viviendas viejas y abandonadas cuyas infraestructuras estaban dañadas. A día de hoy se han eliminado del mapa 12 naves y edificios cuyo uso era nulo.

El cambio

Todas estas parcelas, además de otras con las mismas condiciones, han sido valladas para su protección. Con los solares se ha hecho lo mismo. Además, todos estos suelos han sido limpiados de malezas y escombros y puestos a punto para evitar que volvieran a ser insalubres. El anteproyecto del consistorio contempla ocho futuras zonas en las que sus propietarios privados podrán edificar.

La parte restante del bote pertenece al ministerio de Fomento, dueño del vial. En el año 2010 se produjeron las primeras conversaciones entre Zaragoza y Madrid solicitando la cesión del vial correspondiente a la avenida Cataluña. No hubo tal trasferencia --el ayuntamiento la ha solicitado en reiteradas ocasiones y va a volver a entablar conversaciones-- pero sí aportó su granito de arena. El consistorio manifestó la necesidad de trabajar en la mejora y saneamiento de las aceras del barrio, entre otras cosas. Finalmente, Fomento destinó 550.000 euros para esta función.

A pesar de la apariencia del distrito, en los últimos años se ha avanzado, aunque a pisos diminutos. El año pasado en Zaragoza se actuó en más de mil calles, y entre ellas se encontraba la avenida dirección Santa Isabel y Barcelona. Tras las reiteradas denuncias de los vecinos por la suciedad presente en la zona, el ayuntamiento, junto con los propietarios de los terrenos, puso en marcha un plan conjuntamente para limpiar los solares. Aun así, las quejas vecinales no han desaparecido.

Las últimas actuaciones dirigidas desde el Urbanismo y que todavía pueden verse --están sin terminar-- han sido los rebajes de las aceras de la zona correspondiente al puente del Gállego y se están complementando con las aceras de la calle 23 de abril. Hasta ahora, se han rebajado 12 bordillos y adecentado varias calles. Calles que están sin adoquines. "Por lo menos han rebajado los bordillos", decía una vecina, "aunque no tienen ni baldosines".

Ahora el punto de mira está en "humanizar la zona", como señaló la concejal de Urbanismo, Lola Campos. El primer paso le toca a Fomento.