El dolor regresó ayer al paseo marítimo de Cambrils en el primer aniversario del atentado yihadista que se cobró la vida de la zaragozana Ana María Suárez y en el que también resultaron heridas otras cinco personas, entre ellas el esposo de la fallecida, Roque Oriol, y su hermana Alicia. En su recuerdo y en el de todas las víctimas del terrorismo, la localidad descubrió un mosaico en el que se realizó una gran ofrenda de flores blancas como símbolo de paz. Todas las autoridades aragonesas quisieron estar presentes en este homenaje que estuvo enturbiado por las reivindicaciones independentistas.

La alcaldesa de esta localidad, Camí Mendoza, fue la encargada de realizar el discurso institucional, íntegro en catalán. Tras mencionar los nombres de cada una de las víctimas, Mendoza aseguró que «Cambrils es tierra de paz, acogida y solidaridad», mientras ensalzaba la labor que realizaron el día de los atentados las fuerzas policiales y los equipos de emergencias, así como los comerciantes, restauradores y vecinos, que «refugiaron a los que huían». «Estos ataques no cambiarán la voluntad de la sociedad de apostar por la convivencia y la democracia y esta no caerá en el discurso del miedo y el odio», apostilló.

A continuación, y con el Cant dels Ocells de fondo interpretado por un violinista, las víctimas y familiares fueron los primeros en depositar una rosa blanca en el memorial. Roque Oriol llevó por su cuenta un ramo de flores.

Después hicieron sus ofrendas los representantes policiales y de los servicios de emergencia, que fueron muy aplaudidos por el millar de ciudadanos congregados, y las autoridades presentes, entre los que se encontraban el presidente de la Generalitat, Quim Torra, o las ministras Meritxell Batet y Reyes Maroto.

La representación aragonesa también hizo lo propio. El presidente del Ejecutuvo autonómico, Javier Lambán, y el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, realizaron su particular ofrenda, destacando la realizada por la DGA, ya que fue una planta con una carrasca o encina (árbol presente en uno de los cuarteles del escudo aragonés). A ellos se unió una nutrida delegación de dirigentes del PP, PSOE, Cs y Podemos; así como el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), José Antonio Sánchez Quero, y la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez.

HERMANAMIENTO/ Lambán remarcó que Cataluña es «una comunidad hermana, un pueblo hermano» y recordó que Cambrils es el destino de veraneo de miles de aragoneses. «No es casual que la víctima de los atentados del año pasado en Cambrils fuera justamente una mujer de Zaragoza», aseveró Lambán, que quiso destacar: «Esta mañana -por ayer- he estado con el viudo de la víctima y con mucha gente de Aragón con las que he compartido su dolor». «Ese es el propósito que nos ha traído aquí: rendir homenaje a las víctimas, comprometernos contra el terrorismo y estrechar lazos de fraternidad con la comunidad hermana de Cataluña», apostilló Lambán.

De igual modo se expresó el primer edil de Zaragoza que el pasado año otorgó la medalla de oro de la ciudad a Barcelona y a Cambrils con motivo de los atentados. Santisteve quiso subrayar que el lema No tinc por -No tenemos miedo- que se acuñó tras los atentados «tiene que ser una máxima que nos guíe», al tiempo que abogó por que, a pesar de estos golpes, la sociedad actual siga siendo «abierta y tolerante». Asimismo, destacó y agradeció la presencia de los grupos municipales en el homenaje.