Investigadores de la Universidad de Zaragoza han recibido un total de 839.000 euros para llevar a cabo los nueve proyectos que fueron presentados en apenas un mes para investigar en la lucha contra el covid-19.

Según informó la vicerrectora de Política Científica, Blanca Ros, dichos proyectos están destinados al estudio de vacunas, terapias, transmisión del virus, modelización de la infección, gestión de la información, diagnóstico y efectos de la pandemia. En este sentido, Ros hizo hincapié en que es «muy importante la capacidad de adaptación, intensificación y redirección de las investigaciones debido a que en un mes han presentado propuestas para las convocatorias especificas covid».

El proyecto Estudio de la protección de BCG Y MTBVAC contra SARS-Cov-2 en primates ha sido la investigación que ha obtenido una mayor financiación con un total de 318.000 euros del Instituto de Salud Carlos III pero ha sido el Gobierno de Aragón, con dos proyectos que ascienden a los 347.000 euros, el mayor financiador en este ámbito. «Volvemos a ver como una universidad generalista tiene investigadores que pueden aportar su conocimiento y sus ideas para solucionar aspectos variados de la pandemia», comentó Ros.

Los dos proyectos financiados por el Gobierno de Aragón han sido: Desarrollo de nanobodies y adhirons frente al dominio de unión de la glicoproteína spike del virus SARS-CoV-2 como tratamiento para la enfermedad del Covid19, de Hurtado y Pardo con un total de 275.000 euros y Plataforma computacional epidemiológica basada en datos para la evaluación de escenarios de propagación y contención del covid-19 en España, elaborado por Moreno y que ha obtenido una financiación total de 72.000 euros.

Además, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) del Banco de Santander concedió un proyecto por 132.000 euros y el Banco de Santander, cinco proyectos, por 42.000 euros.

Desde mediados de marzo, el estado de alarma hizo que todo tipo de investigación viera alterado su trabajo normal y durante más de dos meses la actividad presencial en los laboratorios ha sido «nula» a excepción de aquellos servicio esenciales relacionados con la investigación o desarrollo de proyectos para hacer frente al coronavirus.

Ros explicó que a día de hoy «hemos vuelto» pero que a pesar de esto, «las normas de seguridad hacen que no se esté desarrollando con la normalidad que nos gustaría, pero lo que prima es la salud y todo hay que hacerlo con ese objetivo. Las personas van antes que los resultados», zanjó.

Ros hizo hincapié en «la solidaridad y conciencia social de los investigadores» con motivo de la pandemia que, según explicó, en los primeros momentos «pusieron al servicio de la consejería de salud equipos, material y personal. A su vez, destacó la capacidad de adaptación que habían tenido debido a que la actividad presencial se vio mermada pero «su trabajo no se vio reducido». «A través del teletrabajo la calidad de los investigadores ha sido muy significativa», apuntó.

La pandemia ha actuado también como detonante para la muestra de solidaridad y conciencia social de los investigadores de la Universidad de Zaragoza, que pusieron equipos, material y recursos humanos a disposición de la Consejería de Salud, con colaboraciones con los hospitales universitarios Miguel Servet, Lozano Blesa así como el hospital Royo Villanova y en el Laboratorio satélite del CIBA.