Un cortado: dos euros. Una caña: tres euros. Pulga de jamón: dos euros. Esta posiblemente fue una de las listas más discutidas durante el fin de semana en el Palacio de Congresos de Zaragoza. El servicio de cátering era una de las pocas distracciones en la austera puesta en escena con la que el PSOE decoró su cónclave regional. Algo caro, consideraban algunos de los afiliados.

Uno de los más solicitados para los besos, las fotos y los saludos fue el diputado Darío Villagrasa. Ocupará el cargo de secretario de organización y estaba algo abrumado ante lo que se avecina. El izquierdómetro usado durante la campaña de las primarias por el equipo de Javier Lambán languidecía en una de las entradas. Al parecer, el equipo ganador ya no tenía que demostrar nada.

En la jornada de ayer se detectaban algunos rostros poco habituales para un congreso socialista. Como invitados estaban Susana Gaspar (Ciudadanos) o Gregorio Briz (CHA). También representantes de Podemos, IU o el PAR. Junto con la lista completa de consejeros de la DGA y cargos de la universidad, los sindicatos, las asociaciones empresariales y otros sectores. El PP, por lo que sea, no pudo acudir a la cita. La oenegé Alianza por la solidaridad intentaba captar algún simpatizante entre los delegados, tuvieran derecho a voto o no.

En un pequeño tenderete la tienda de Ferraz ofrecía algunos productos. Todos con la rosa corporativa y mucho color rojo. Pendientes: tres euros. Insignias de plata: seis euros. Memoria usb de 16 gigas: doce euros. Y varias biografías muy ilustradas de Pablo Iglesias (Posse).