"La Oficina Internacional de Exposiciones no puede proceder a la aprobación de la candidatura de Trieste para la Expo 2008 ignorando su incompatibilidad con el régimen jurídico aplicable al puerto libre de Trieste". Así de contundentes se mostraron expertos españoles en Derecho Internacional consultados por este diario, quienes pusieron en evidencia los graves problemas jurídicos que afectan a la candidatura italiana. Los responsables de la muestra los ocultaron a los delegados del BIE que acudieron en misión de encuesta a Trieste el pasado marzo.

La sede escogida por la candidatura italiana, el Puerto Viejo, no sólo tiene lagunas legales que ya han provocado una guerra política en el país vecino sino que estaría vulnerando el derecho internacional. Los juristas consultados recalcaron que el BIE está "obligado" a respetar el tratado internacional del Puerto Viejo, por el que se concedió su gestión a Italia tras la II Guerra Mundial a cambio de convertirlo en un puerto libre de forma indefinida. Dicho acuerdo impide su recalificación para la Expo 2008.

Los expertos explicaron que gran parte de los países que firmaron el Tratado de París sobre el Puerto Viejo forman parte del BIE, una situación muy relevante para la legitimidad de la sede escogida por la candidatura italiana: "La Oficina Internacional de Exposiciones no puede ejercer las competencias que le atribuyen dichos estados a través de su tratado constitutivo desconociendo las obligaciones internacionales que a ellos les incumben".

OBLIGACIONES INTERNACIONALES Los especialistas en Derecho Internacional incluso apuntaron incluso que la asamblea del BIE no sería siquiera "competente" para conceder la muestra internacional a Trieste, ya que supondría adoptar una decisión contraria a las "obligaciones internacionales" contraídas por los países miembro que firmaron el tratado sobre el Puerto Viejo.

Hasta los tribunales italianos han puesto en evidencia los problemas jurídicos de Trieste al remarcar que la zona portuaria se debe reservar a usos marítimos. Las pretensiones oficiales de recalificar todo el sector ha chocado con la judicatura, que en una sentencia del pasado mayo anuló varias resoluciones de la autoridad portuaria de Trieste con las que se pretendían allanar el camino a la exposición internacional.

Los juristas consultados por este diario señalaron que ni siquiera se podría salvar la candidatura italiana aduciendo que la Expo 2008 tendrá un caracter temporal. Los responsables de la muestra transmitieron a los delegados del BIE que parte de la financiación del evento correría a cargo de la posterior explotación de los terrenos y de los edificios construidos o rehabilitados con motivo del 2008, sin respetar el uso portuario pactado a nivel internacional.