Keensoft es uno de los ejemplos de hacia dónde camina el nuevo mercado laboral. Nació a las puertas de la crisis, en el 2007, pero hoy cuenta con 33 empleados y su facturación ha crecido de forma exponencial. La fórmula para conseguir estos resultados ha sido apostar por las nuevas tecnologías --desarrolla programas de business inteligence, gestión documental y movilidad-- y reclutar a personal muy cualificado. Pero su socio director, Santiago Navarro, reconoce que la especialización en determinadas áreas escasea en Aragón.

"Nos cuesta encontrar un candidato adecuado tres meses antes de contratar, pero preferimos esperar y asegurarnos", reconoce. El perfil de empleados de Keensoft es el de un joven de entre 26 y 28 años, técnicos de alto nivel, con dos años de experiencia, trato con el cliente y conocimientos en business inteligence. En los últimos años esta joven compañía se ha abastecido de mano de obra del Centro de Tecnologías Avanzadas (CTA), donde Keensoft también imparte cursos de formación. "Es tanta la necesidad que tenemos que formamos a fondo perdido", dice Navarro. Un déficit que ve "preocupante", ya que Aragón "puede perder la posibilidad de atraer centros de conocimientos de grandes empresas por falta de empleados".Eso sí, "cuando quieres a un buen profesional, hay que pagarlo".

Keensoft trabaja para grandes clientes como Simply, Alliance Healthcare o Aena que exigen perfiles "muy especializados", por lo que "nos hemos visto a retrasar proyectos porque no encontrábamos personal", reconoce Navarro. Para él, la solución a este problema pasa por reconvertir carreras técnicas (física, matemáticas...) hacia la tecnología, crear programas de formación en empresas y promocionar Aragón para atraer profesionales.