La dirección del PP intentará iniciar hoy la «era Casado». Y el primer día de esa nueva época empieza mejor de lo que se pensaba el líder del partido. Los populares perdieron decenas de miles de votos en la triple convocatoria electoral de este domingo, pero reconquistaron el emblemático Ayuntamiento de Madrid y consiguieron mantener la Comunidad con Isabel Díaz Ayuso como candidato, según los datos al cierre de esta edición. Podrán gobernar en ambas instituciones gracias al apoyo de Ciudadanos y de Vox, una alianza que el PP querrá que se dé también en Murcia para continuar con el poder. En Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco solo necesitará a los naranjas. La plaza más relevante que perdió fue La Rioja.

Pablo Casado acudirá hoy a la reunión del comité ejecutivo nacional que convocó la semana pasada con unos resultados en los comicios municipales, regionales y europeos que le permiten seguir desarrollando un liderazgo que estrenó hace menos de diez meses y que estaba en entredicho tras la debacle en las generales de abril, cuando cayó de 137 a 66 escaños. En ese encuentro en la sede de Génova, al que asistirán dirigentes territoriales de toda España, finalmente no habrá ruido de sables. Además de haber reconquistado el consistorio madrileño y haber salvado la comunidad con dos apuestas personales suyas (José Luis Martínez Almeida y Díaz Ayuso), Casado ha salvaguardado ayuntamientos claves, como Málaga y Badajoz.

La vida es cuestión de expectativas, las del presidente de los populares eran malas, pero la realidad las mejoró y la alegría fue mayor. Una muestra: pasada la medianoche, los trabajadores del PP empezaron a montar un escenario en la calle de Génova para celebrarlo. «¡El PP ya ha iniciado la remontada! ¡Hemos vuelto!», exclamó Casado pasada la una de la madrugada. «Vamos a hacer una alternativa para volver al Gobierno de la nación cuanto antes», continuó tras referirse a los que intentan «disfrazarse» de PP en referencia a Cs y Vox. Se burló de los que hace un mes les daban por «amortizados». No se imaginaba una noche así. Cs no les hizo sorpasso, los naranjas quedaron lejos en las europeas (12-7) y la ultraderecha perdió la mitad de votos respecto a las generales.

Durante estas cuatro semanas que han mediado entre las dos convocatorias electorales, barones destacados como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el líder del PP del País Vasco, Alfonso Alonso, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, habían alzado su voz para lamentar el giro a la derecha dado por la dirección actual y habían pedido públicamente que Casado no se dejarse arrastrar por el discurso ultra de Vox y recuperara el centro. El líder del partido, a las pocas horas de estrellarse en las generales, prometió corregir el giro ideológico, pero se abstuvo de hacer cambios de calado y únicamente apartó a Javier Maroto de la coordinación de las elecciones y nombró a Isabel García Tejerina para llevar las europeas y a Cuca Gamarra para las locales y autonómicas. Casado pidió cierre de filas y miembros de su dirección comenzaron a lanzar la idea de que tras el 26-M, asumiría incorporar dirigentes «de centro».