El PP trata de conjurar un nuevo batacazo como el vivido en las elecciones generales a cuenta de la división del voto en la derecha, de ahí que todos sus mensajes pasen por sembrar dudas sobre un posible acercamiento entre el PSOE y Ciudadanos, como ya ocurriera en el 2016, con el argumento de que «solo buscan el poder por el poder». El líder conservador, Pablo Casado, plantea ese pacto como un mal menor frente a un Gobierno junto a Podemos e independentistas e incluso una repetición electoral.

Ayer, en Málaga, dejó claro que preferiría ese acuerdo entre Pedro Sánchez y Albert Rivera a la convocatoria de otras legislativas. Recordó también que el 28-A los 15 millones de votos en el Senado para Vox y Cs se tradujeron en solo cuatro escaños, lo que demuestra cómo «se puede tirar» el voto.

LIDERAZGO

El líder del PP, Pablo Casado, es muy consciente de que el 26-M se juega su liderazgo en un puñado de autonomías clave, en las que Cs le pisa los talones y Vox le resta votos. Aun así, necesita a ambos para sumar frente a un PSOE en pleno auge, que a su vez espera pactar con Unidas Podemos para conquistar feudos históricos del PP, como la Comunidad de Madrid.