El presidente del PP, Pablo Casado, aseguró ayer que ve «las mismas mentiras» en el expresidente catalán, Carles Puigdemont, en su querella contra el juez Llarena que en el Gobierno de España cuando explica por qué «lo había dejado tirado», lo que demuestra que sigue dando «bandazos» y «solo acierta cuando recula». En este sentido, acusó a los independentistas de mentir «con traducción simultánea» al considerar que han manipulado unas declaraciones de Llarena para querellarse contra él

Anunció que se reunirá el próximo 3 de septiembre en el Congreso con todas las asociaciones de jueces y fiscales, porque le consta que están todos «absolutamente indignados» con la posición que ha tomado el Ejecutivo. En su opinión, los separatistas intentan ahora en francés las «mismas mentiras que llevaban tiempo haciendo en castellano, inglés y catalán, lo que supone un ataque no solo al magistrado sino a toda la justicia española».

Por otro lado, Casado sostuvo que las detenciones que la Guardia Civil hizo ayer a diez inmigrantes que saltaron la valla de Ceuta en julio corroboran lo que ya venía manteniendo su partido desde hace semanas, «que la inmigración debe ser legal y ordenada».

Casado subrayó que Sánchez ha provocado un «efecto llamada» en la inmigración irregular por la acogida del barco Aquarius, ya que, según sus datos, se ha triplicado la llegada desde su presidencia De hecho, recordó que en cuanto se inició la que ha denominado como «la mayor crisis migratoria de la década», acudió a Ceuta, vio la realidad y la explicó, aunque fuera de forma «políticamente incorrecta», y por ello fue acusado de «Salvini, xenófobo, radical y populista». Esas acusaciones, según sus palabras, duraron «exactamente dos días», como demuestran los «volantazos» del Gobierno.

Por ello, exigió a Sánchez que vuelva a la política que aplicaba el PP en materia migratoria, de firmeza en las fronteras y de cooperación con los países de origen para evitar que «arriesguen su vida» para llegar a la UE.