Qué mejor lugar para recibir el próximo año que una casa rural. O al menos, así lo piensan cada vez más los grupos de amigos en la comunidad, que ya casi han agotado las plazas en los establecimientos de esta categoría en Aragón. «Para nosotros las próximas semanas son la temporada más alta», asegura el presidente de la asociación de alojamientos rurales, Jesús Marco.

La Nochevieja es el día grante para este sector turístico que lleva varios años de crecimiento consolidado. «La gente quiere estar fuera de su casas estas fechas aunque las estaciones de esquí no estén al 100%», expresó. Y señala que las reservas se suelen hacer con mucha antelación.

Por el momento, las reservas para el puente festivo ya alcanzan el 40% de los edificios disponibles. El público en estos casos es más familiar, por lo que llegan a más tipos de viviendas. «Los meses de verano no han sido tan buenos como en otras ocasiones, así que creemos que se podrá compensar», indica.

La moda de la casa alquilada en un pueblo se refleja también en las exigencias de los clientes, que reclaman una decoración y unos servicios acordes para completar la experiencia. Con este objetivo el Gobierno de Aragón ha impulsado una nueva regulación que ha provocado algunas críticas en el sector.

Según datos de la página especializada Escapada rural los visitantes durante estas semanas de diciembre se decantan de forma mayoritaria por localidades cercanas a las pistas de esquí (55% de ocupación). Y también prefieren casas donde se admitan animales (54%) y, a poder ser, que tengan un hogaril para crear un verdadero ambiente invernal (54%).

«En la provincia de Teruel no existe una gran oferta de nieve y las casas rurales también tienen mucho éxito», puntualiza Marco, que gestiona una vivienda en la comarca del Jiloca. Un caso similar es el que se vive en Zaragoza.

El lado negativo del puente está en los días en los que han caído los festivos, pues impiden que los turistas puedan alargar las estancias. Desgraciadamente el único remedio posible a este problema es esperar a los próximos años.