Cualquier solución al Mercado Central es hoy imprevisible. Más aún cuando los debates sobrepasan la mesa de negociación en la que están el Gobierno municipal, Mercazaragoza y los detallistas, que siguen sin llegar a un entendimiento ni en la inversión necesaria ni en la forma de sufragarla. Pero en las próximas semanas podría recibir un importante impulso desde el distrito, ya que está previsto que se reúnan el presidente del Casco Histórico, José Manuel Alonso, representantes del Plan Integral (PICH) y responsables de Urbanismo para ver las posibilidades que existen de convocar un concurso internacional de ideas para su reforma que permita pensar en una intervención global en este espacio y todo su entorno, que fije un coste más acorde a los tiempos que corren.

Este es un debate que viene de lejos y que, en el camino, se llevan gastados ya 3,9 millones de euros. Los que pagó en su día íntegramente el consistorio para arreglar el sótano y las cámaras frigoríficas, o los contenedores soterrados. Atrás quedaron la inversión comprometida por el Ministerio de Vivienda, la ayuda del de Cultura y las obligaciones económicas de los puestos que nunca quisieron asumir para un proyecto, del 2005, valorado en unos 14 millones de euros. Ahora son ellos quienes lo reclaman con urgencia, y una amenaza evidente: el final de una concesión fijado para el 2016.

El planteamiento que el distrito quiere trasladar a ese encuentro paralelo con Urbanismo es que es posible reconducir esta remodelación, buscando soluciones en el imaginario de autores que ofrezcan una sensible rebaja de costes en esta intervención. Y que sean los detallistas parte del jurado que adopte una decisión definitiva, pero no entran a valorar quién debe pagarlo. Aunque los comerciantes son más "partidarios de mantener la misma concepción que ofrecía aquel proyecto del 2005", y que todas las instituciones se impliquen en la revitalización de este inmueble considerado Bien de Interés Público, "tanto el ayuntamiento como el Gobierno de Aragón o el Ministerio de Cultura", señalaron desde la asociación de detallistas. Pero las posiciones en la mesa de negociación, según admitieron desde el consistorio, siguen alejadas.

Mientras, da hasta para hablar de posibles traslados. Como el que se planteó recientemente, interesándose por el entorno de la Estación del Norte como alternativa. Aunque nadie aclara quién preguntó a quién. Desde Servicios Públicos apuntaron que había sido Zaragoza Vivienda, a través de Jerónimo Blasco, quien planteó esta opción, pero él asegura que fue al contrario. El caso es que, si depende de los detallistas, pueden ir olvidándose. Su deseo es el de instalarse en solares vacíos que haya próximos. Sería una alternativa que ayudaría a sacarles del abandono y la degradación por el desuso. Aunque, sin proyecto no hay nada que buscar.