Asalto ha logrado a lo largo de sus catorce ediciones cambiar la imagen de parte de la ciudad. Nació con el objetivo de transformar espacios degradados de la capital aragonesa, en los que se invitaba a artistas nacionales e internacionales a pintar en fachadas o en lugares inhóspitos. Pero lo que empezó siendo una muestra de arte urbano se ha convertido en una herramienta para redescubrir el entorno urbano y también de un espacio de interacción, ya que los artistas trabajan de cara a los vecinos.

Ya en la primera edición, allá por el 2005, participaron más de una veintena de artistas, convirtiendo la calle en un taller y a los paseantes en espectadores de lujo. El equipo de Boa Mistura fue el primero que realizó una obra. Fue en la calle Santiago donde reinterpretaron la imagen de la virgen. Entonces, no gustó a todos.

En esos primeros años eran los organizadores quienes preguntaban donde podían actuar (fachadas o solares, etc, principalmente del Casco Histórico) sin embargo ahora son los barrios «los que nos reclaman», como ha sucedido con el barrio de Las Fuentes para esta edición.

Fue en el 2014 cuando comenzó a saltar las fronteras del centro para asaltar también calles y edificios de San José y Torrero. Un año después, para celebrar el décimo aniversario algunas de las obras más emblemáticas pudieron verse en una exposición conmemorativa en el Centro de Historias de la capital aragonesa. Ese año, se incorporaron las paradas de los tranvías como espacio de arte

Y en 2016 se reinventó, volviendo a los orígenes, reconquistando espacios mediante la pintura mural pero buscando la complicidad de los ciudadanos. Fue en el barrio de Delicias, con el parque de Delicias como epicentro. Algunos de los trabajos duraron poco, por culpa de los vándalos.

En 2017, los artistas se trasladaron a Valdefierro, un barrio participativo, con historia y espacios interesantes para el arte urbano, que lograron una segunda vida gracias a Asalto. Ese año también se fue a Alfamén. Y en 2018, se celebró en Oliver, donde se dio un paso más en cuanto a la participación vecinal. De hecho fueron los alumnos del colegio Fernando el Católico quienes dieron ideas para inspirar a los artistas.

Este año (la 14º edición) Las Fuentes será protagonista, porque los colectivos del barrio lo pidieron y Asalto quiso hacerlo. Seis escenarios se añadirán a las visitas guiadas a los lugares que el festival da una segunda vida unas veces y otras otorga colorido. Una razón más para conocer los barrios.