Las más de 400 personas que se dieron cita ayer frente al patio de los naranjos de La Aljafería sufrieron los rigores propios de la prolongación de las negociaciones, en forma del calor, propio de agosto. Hubo profusión de abanicos, algunos notables como el de la consejera de Educación saliente, Mayte Pérez, y quienes no disponían de ellos tuvieron que esperar al cava (aragonés, presumiblemente) con el que se despidió la ceremonia. Solo esta bebida y trenza de Almudévar en un frugal piscolabis. Alguna copa se cayó, pero seguro que en alguna tradición esto da buena suerte.

Antes, y tras la ceremoniosa entrada del presidente y su séquito, maceros incluídos, asistieron a los discursos de la vicepresidenta en funciones del Gobierno central, Carmen Calvo, y el propio Lambán, que quizá por la alegría de ver revalidada su presidencia, estuvo solemne pero también más saleroso que en otras ocasiones.

Por ejemplo, despertó risas unánimes al recordar, durante su autoelogio del aragonesismo, que le han dicho que, al oírle hablar, «Paco Martínez Soria parece andaluz». Lo hizo un periodista de Madrid, que no nombró.

Pero estuvo a punto de hacerlo con otro, no de Madrid, sino de Teruel. Al hablar de su visita a Sicilia y recordar la boda de Constanza de Aragón con Federico II de Alemania (que la haría emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico), se le escapó un «Federico Ji...». Aunque no llegó al «...ménez de los Santos», el lapsus despertó una buena dosis de risas y al propio presidente le costó contener la suya.

Lambán estuvo arropado por su familia. No solo por su mujer, Marisa (vestida de intenso rojo socialista), sino por su hija y su nieta casi recién nacida, la que esperaba que naciese después del pacto y de la constitución del Gobierno pero se adelantó, con felices consecuencias. Un bebé que según se comentaba, «ha salido Lambán».

Antes del comienzo hubo un momento para el nerviosismo, particularmente entre la multitud de fotógrafos acreditados para el acto. Al parecer, la posición de la mesa sobre la que Lambán prometió el cargo estaba preparada para el tiro de cámara de la televisión, pero con ello el presidente daba la espalda tanto a buena parte del público como a los propios fotógrafos, que lo hicieron notar. Al final fueron reubicados y, aunque un tanto apiñados, la emergencia se solventó sin mayor problema por parte de los servicios de protocolo.

Besamanos

Tras los discursos de Calvo y Lambán, llegó el turno de que el presidente de las Cortes, Javier Sada, diese por conluido el acto. No sin antes haber oído el himno de Aragón, del que siempre se echa de menos que alguien, no ya lo cantara, sino que al menos se lo supiera. Ni un movimiento de labios, como es costumbre.

Se abrió entonces el larguísimo besamanos al presidente electo, de buena parte del medio millar de personas allí reunidas. No faltaron los consejeros, presentes, futuros y futuribles, los socios del cuatripartito y las principales autoridades de Aragón, incluidos varios de sus predecesores como Hipólito Gómez de las Roces y Marcelino Iglesias. El único que aún le superará como presidente más longevo en el cargo, ya que aguantó tres legislaturas.

Además de los habituales en la comunidad, asistieron entre otros el fiscal Javier Zaragoza, que le devolvió así la cortesía de haber sido galardonado el pasado San Jorge como Premio Aragón 2019. También se dejó ver el director general de la Guardia Civil, el oscense Félix Azón.

Por lo demás, por La Aljafería desfilaron destacados representantes de la sociedad aragonesa, tanto del mundo empresarial y sindical como de la cultura y el deporte.

Y sobre todo políticos, en especial socialistas, desde la eurodiputada Isabel García al alcalde de Huesca, Luis Felipe, pasando por los senadores Miguel Dalmau y Víctor Ruiz de Diego o el congresista Herminio Sancho, entre otros muchos. Tampoco faltó el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, que como su jefe de filas, Luis María Beamonte, dedicó un afectuoso saludo al presidente.

Y en una jornada de abanicos, tampoco podían faltar sus clavillos, tanto el vicepresidente Aliaga como José Ángel Biel, que no se perdieron el evento.