Dignificar el cementerio de Torrero de Zaragoza, adecuar su gestión e introducir medidas de ahorro y de mejora en la gestión implicaba un desembolso que se ha traducido en solo cuatro años en más de diez millones de euros metidos en sus instalaciones. Las últimas se están realizando ahora, con la renovación de buena parte de los espacios que componen el viejo tanatorio, pero han sido muchas más las acometidas desde que en el 2010 se pusiera en marcha el plan director específico para el camposanto de la capital.

Un memorial para las víctimas de la represión franquista, más de un millar de nuevos columbarios, el aprovechamiento de los laterales de las manzanas de nichos ya existentes, el jardín de las cenizas, la puesta en funcionamiento de las rutas con las que se puede conocer mejor la historia y el significado de muchos de los elementos que lo componen o la mejora en los accesos son solo las aportaciones más importantes. Con menos relumbrón a la vista está también la entrada en la Administración electrónica de una gestión en la que cada vez está más cerca la posibilidad de agilizar los trámites entre el consistorio, las aseguradoras o las empresas funerarias a la hora de garantizar un buen servicio.

MÁS DIGNO Porque la muerte siempre ha generado un importante negocio alrededor y las familias, tradicionalmente, no han escatimado en gastos para dar el mejor adiós posible a sus familiares, pero hoy el camposanto se ha convertido en un espacio que aporta un valor añadido y en el que se ha acabado con el descontrol que durante décadas ha regentado la gestión de algunos de sus espacios. Sobre todo la parte vieja, en la que durante estos mismos cuatro años se está trabajando en introducir un registro con el que saber cuándo vencen las concesiones y a quién dirigirse para renovarlas. Otra forma de inversión, ya que ha evitado la expansión de las manzanas de nichos de años anteriores para reutilizar el espacio que puede ser hábil para nuevos enterramientos.

Urbanismo ha sido el área municipal que ha encabezado estas inversiones, y eso que no ha sido una competencia que haya estado vinculada a este departamento toda la vida. De hecho, la recibió en el 2009, a raíz de los problemas en la manzana 24, que "se solventaron con seguridad jurídica y con la construcción de una réplica de este conjunto de nichos y la rehabilitación de la vieja construcción", explicaron desde el consistorio. Ya en el 2010 comenzó a ejecutarse el Plan Director del Cementerio, en el que, solo el nuevo tanatorio y el memorial en recuerdo de los republicanos fusilados representaba casi el 50% de lo invertido, con 4,5 millones de euros.

Esta misma semana se han iniciado las últimas mejoras, valoradas en 709.000 euros y que ejecuta la empresa que gestiona el recinto, Serfutosa. Una renovación de numerosos espacios que estarán finalizadas a final de año, y que afectará tanto a los velatorios, como a los pasillos, la recepción, la cafetería o las dos capillas que se fusionarán en una única sala con capacidad para 200 personas. Ha comenzado ya la primera de las seis fases en las que se ha dividido la obra --de 25 días cada una--, centrada en las salas de velatorio (en el pasillo de la primera planta que queda a la derecha de la escalera).

El nuevo tanatorio y el memorial supuso el principal desembolso del actual plan director, junto al nuevo aparcamiento y los accesos al mismo desde la entrada principal. Y se pusieron en funcionamiento en el 2011. En paralelo se avanzó en la construcción de los columbarios; las rutas de la Memoria y del Arte Funerario, la reforma del viejo tanatorio y las primeras aplicaciones informáticas.

También en el 2011 se estrenó el cierre de las puertas ( con nuevos mecanismos automatizados), el Jardín de Cenizas y la implantación del sistema para georreferenciar todos los elementos del camposanto. En el 2012, al margen ya del plan, se hacen mejoras en las naves de los operarios y en las redes informáticas. Y en el 2013, se cede un edificio al cementerio musulmán y se presenta la tercera ruta cultural, la de personajes ilustres.