La demora con la que la Administración autónoma decidió cerrar tanto las unidades de Infantil como de Primaria del colegio Josefa Amar y Borbón impidió que todos los padres se enteraran de la noticia, por lo que a primera hora de la mañana de ayer numerosos padres se presentaron en la puerta del centro con la intención de sus hijos en clase. Los responsables del centro, ante esta tesitura, decidieron atender a los alumnos (aunque no hubo clase) e incluso hubo servicio de comedor.

Hay que recordar que la medida se adoptó sobre las siete de la tarde, tras una reunión en el colegio en la que participaron responsables de Salud y de Educación y a la que asistieron casi todos los padres de Infantil, aunque no tantos de Primaria. En principio iban a cerrarse las aulas de Infantil, ya que el contagio a niños mayores es poco probable, pero ante la preocupación de los padres se decidió ampliar este cierre, que se prolongará hasta el 9 de diciembre, a los 500 alumnos del centro.