Los partidos aragoneses han acogido con hastío la repetición de las elecciones generales y se afanan en armar sus relatos sobre quién tiene la culpa de esta nueva contienda. Todo para tratar de volver a seducir a un electorado más tentado que nunca por la abstención. Los grupos trabajan ya contrarreloj para engrasar su maquinaria y afrontar el siempre conflictivo proceso de confeccionar las candidaturas, aunque a priori no se esperan grandes novedades. En el caso de los partidos de ámbito territorial la clave pasa por conocer si concurrirán a los comicios del próximo 10 de noviembre (10-N), ya que CHA y PAR optaron por no presentarse en la anterior cita del 28 de abril.

La mayor novedad que se vislumbra en la comunidad de cara a esta nueva batalla por el voto tiene que ver con CHA. La papeleta de la izquierda aragonesista tiene muchas visos de volver a estar presente en unas elecciones generales tras a ausentarse en la anterior convocatoria. «Hace cinco meses fuimos muy generosos al no concurrir», apuntó su líder, José Luis Soro, una decisión «en la que pesó la idea de no dividir el voto de la izquierda» pero «no ha servido de nada». «Esta vez tiene que haber papeletas de Chunta Aragonesista en los colegios electorales», sentenció.

Los nacionalistas se decantan además por ir en solitario al no ver posible que prospere una alianza de izquierdas. «Ahora es muy difícil que estemos en condiciones de construir una coalición después de todo lo que ha pasado, pero no está la puerta cerrada a nada», concluyó. La decisión final, no obstante, dependerá del dictamen del Comité Nazional del partido, que se reunirá en las próximas semanas.

DEBATE EN EL PAR

El presidente del Partido Aragonés (PAR), Arturo Aliaga, dio pocas pistas del camino que elegirá su formación de cara al 10-N. «No puedo tomar una decisión a priori sin hablar con el partido», señaló a preguntas de los medios de comunicación. El veredicto depende, dijo, de lo que determinen los órganos del partido, que se reunirán en los próximos días para abrir un «proceso de reflexión y análisis» y dirimir así la «conveniencia» de concurrir o no a las elecciones generales, como ya ocurrió ante la anterior cita, cuando se celebraron reuniones que duraron hasta 17 horas, recordó.

«Tomaremos la decisión que más convenga a nuestro posición como partido y para defender mejor los intereses de Aragón en España», apuntó. Ahora bien, recordó que algo ha cambiado en estos meses, ya que el PAR «tiene voz en Madrid» gracias al senador logrado por designación autonómica, y forma parte del acuerdo cuatripartito firmado con PSOE, Podemos y CHA para la gobernabilidad de Aragón.

Los partidos de ámbito estatal están ahora a la espera de los pasos que den sus cúpulas en Madrid. La vista está puesta en Unidas Podemos, aunque todo apunta a que la coalición se reeditará en los mismos términos. A este respecto, el líder de Podemos Aragón, Nacho Escartín, expresó su apuesta por «defender más que nunca Aragón y las singularidades de los aragoneses», pero eludió pronunciarse sobre si valora un cambio en esta fórmula electoral o si Pablo Echenique volverá a encabezar la lista por Zaragoza. Desde IU, su líder en la comunidad, Álvaro Sanz, abogó por mantener «la unidad a la izquierda», incluso con nuevos actores como CHA.

Por su parte, en el PP rechazan cualquier posibilidad de coalición con el PAR -como ha ocurrido en anteriores citas- por su entrada en el cuatripartito y se centran en preparar la carrera para el 10-N. De hecho, el líder de los populares aragoneses, Luis María Beamonte, se reunió anteayer con Pablo Casado, al que trasladó su apuesta por repetir las candidaturas de la comunidad.

En las filas socialistas, Javier Lambán guardó ayer silencio. Quien sí hablo fue su portavoz parlamentario, Vicente Guillén, quien aseguró que la política en Aragón «no se va a resentir como consecuencia» del 10-N. Y desde Ciudadanos, su líder en Aragón, Daniel Pérez, centró su discurso en culpar a Pedro Sánchez de la repetición de las elecciones.