El perfil británico parece que deba figurar por fuerza con un pie dentro del carril europeo y otro fuera, en el piso, con la cabeza mirando a los lados. Charly Taylor va más allá y mira a las estrellas, pero a las del cielo, no a las de la bandera comunitaria. Es un idealista libertario que en 1991 cogió su mochila y se vino a España a vivir aventuras. Explotó nuestro talón de Aquiles y se puso a enseñar inglés. Ahora se dedica a la comedia, "los monólogos que decís aquí" o el stand up, esparciendo semillas de humor británico por locales zaragozanos y de fuera.

Ha rebasado el medio siglo de vida y, decepcionado de la política, arrima la cabeza a centímetros de las páginas de espectáculos de El Periódico de Aragón "para ver qué hace la competencia". Su mirada hacia los medios, la política (española y europea), es mucho más distante y escéptica. "Si creemos a los diarios más vendidos, los británicos odiamos Europa y queremos contar en inches y millas para siempre, mientras bebemos pintas de cerveza Made in England. Cameron sabe que en sus filas hay antieuropeos deseosos de pasarse al UKIP y por eso ha prometido un referéndum si vuelve a ganar, pero tiene claro que salirse de la Unión sería un suicidio. De todas formas, toda la gente que yo conozco es anarquista, socialista, comunista o verde, así que por lo visto no conozco a gente normal". Es su flema.