El presidente de Andalucía y del PSOE federal, Manuel Chaves, reclamó ayer que el próximo jefe del Gobierno central convoque a las comunidades afectadas por el proyectado macrotrasvase del Ebro. Fue una de las múltiples reacciones que ayer siguió produciendo la decisión de los socialistas españoles de rechazar esa polémica obra en su programa electoral y de plantear un reforzamiento del Tajo-Segura para solventar los problemas hídricos de Murcia.

En los últimos días, la polémica hidráulica ha crecido notablemente por dos cuestiones: la llegada al Gobierno de Cataluña de un tripartito que se opone frontalmente al trasvase del Ebro (PSC, ERC e IC-V) y la constatación de que el PSOE federal reflejará en su programa para las elecciones generales de marzo una postura contraria al proyecto.

La revolución no se ha hecho esperar. Mientras el PP de Levante ha cargado contra los socialistas, el PSOE de las regiones que se verían beneficiadas por la cesión del Ebro ha empezado retocar sus tesis. De hecho, la federación de Murcia --la que tiene más dificultades para explicar la postura socialista sobre el Plan Hidrológico Nacional (PHN)-- ya ha comentado que realimentar el acueducto Tajo-Segura es "más viable y realista" que transportar agua del Ebro a 900 kilómetros.

Ayer fue Manuel Chaves, presidente andaluz y del PSOE, el que terció. Consideró que sería "bueno" que los presidentes de las comunidades afectadas por el macrotrasvase se reunieran "para afrontar el tema". Y que ese encuentro fuera convocado por el presidente del Gobierno. "Sé que no lo va a hacer antes de las elecciones", añadió, según Europa Press . Pero abogó por que desde La Moncloa se impulse esta cita tras los comicios, sea el presidente el popular Mariano Rajoy o lo sea el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Chaves manifestó que su partido no ha abierto "ningún frente" con su propuesta. Y comentó: "Nuestro compromiso es garantizar la llegada del agua a aquellas zonas donde es un bien escaso". Al respecto, mostró sus "dudas" de que el PP "sea capaz" de llevar a cabo la cesión "en los términos en que ha sido aprobada en el Congreso".

EN ARAGON El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, coincidió con la demanda de su homólogo andaluz y recordó que ésta ha sido siempre la tesis de Aragón. La DGA ha reclamado diálogo en el país para evitar la confrontación territorial a que ha dado lugar el PHN.

"La propuesta de Chaves es la única forma posible de hacer política territorial en el país", señaló. "El próximo presidente del Gobierno, por poco sensato que sea, convocará a los presidentes autonómicos para hablar de cuestiones territoriales.

Iglesias demandó un "foro de presidentes", que se ha revelado especialmente necesario ante el problema del trasvase. La reforma del Senado, indicó, para convertir la Cámara Alta en ese foro es otra necesidad.

Mientras, en la Comunidad Valenciana se acogió con reservas la petición del presidente catalán, Pasqual Maragall, al español, José María Aznar, para que propicie un encuentro con su homólogo valenciano, Francisco Camps. El portavoz del Ejecutivo de este último, Alejandro Font de Mora, ha condicionado esa reunión a que Maragall "acate" la Ley del PHN y, por tanto, la cesión del Ebro.

PARADOJA Una de las reacciones más paradójicas se da en Castilla y León, cuyo Gobierno, del PP, apoyó y defendió el PHN y el macrotrasvase , pero que ya se ha apresurado a advertir que se opone a que se toque el Duero para reforzar el Tajo-Segura. "Nos oponemos radicalmente a que se abra ese debate y se modifique el PHN y sus planes presupuestarios", ha dicho el portavoz de la Junta castellano leonesa, Antonio Silván.