Zaragoza y otras ciudades de Aragón se movilizaron ayer, horrorizadas, frente al nuevo caso de violencia machista que se registró en la ciudad y en el que un médico jubilado mató con un punzón a su mujer de 68 años y a su madre de 92. El acto más multitudinario fue el convocado por la Coordinadora de Organizaciones Feministas, que concentró a las ocho de la tarde, en la plaza España de la capital aragonesa, a centenares de personas y a representantes de todas las formaciones políticas, así como a los responsables de las instituciones de la comunidad, como Violeta Barba, presidenta de las Cortes de Aragón, o Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza.

Los concentrados, que exhibieron el lema No morimos, nos matan, exigieron que la violencia sexista sea tratada como los delitos de terrorismo.

Ya por la mañana, los miembros del Gobierno de Aragón guardaron un minuto de silencio en el Pignatelli en el que el presidente de la comunidad, Javier Lambán, pidió a los ciudadanos que denuncien «cualquier caso de violencia contra la mujer» del que tengan conocimiento.

MENOS PALABRERÍA // Santisteve, por su parte, apostó por «llevar la igualdad de género más allá de la palabrería formal» y a hacer hincapié desde las primeras etapas de la educación. Además, Violeta Barba, en un receso de la sesión parlamentaria de ayer, condenó expresamente el nuevo crimen machista cometido en Zaragoza.