Aragón no ha dejado pasar la oportunidad de aplicar las técnicas mínimamente invasivas a diferentes cirugías en la sanidad pública. Eso permite a la comunidad estar a la vanguardia de procedimientos innovadores y en los que el beneficio para el paciente es el objetivo final, así como la optimización de recursos.

Se trata de procesos de alta complejidad, pero que aportan múltiples ventajas para a las personas, ya que registran menos complicaciones postoperatorias y les generan menos dolor, por lo que tiene una mejor recuperación. Además, si tras la intervención el paciente necesita tratamientos de quimioterapia o radioterapia podrá acceder a ellos en mejores condiciones físicas tras haberse sometido a este tipo de operación mínimamente invasiva.

Se aplica a menudo en especialidades como Ginecología, Traumatología, Cardiología, Ortopedia o Cirugía General. La comunidad, con dos grandes hospitales como el Servet y el Clínico, también es un lugar de encuentro para organizar cursos relativos a estas técnica. De hecho, el Centro de Investigación Biomédica de Aragón es uno de los espacios donde más prácticas se hacen, aunque estas fórmulas de cirugía también se extiende a las clínicas privadas como Quironsalud o Montepellier o son promovidas por la Mutua de Accidentes de Zaragoza (MAZ).

El Servet es referente, por ejemplo, en casos de Cirugía Torácica —uno de los motivos por lo que ayer el especialista Diego González visitó el hospital—, así como en operaciones mediante laparoscopia en lugar de la tradicional cirugía abierta para casos renales o urología.

También en cáncer de mama, a través de la cirugía intraoperatoria, se aplican técnicas mínimamente invasivas.

Por su parte, el Clínico incorporó recientemente a su Unidad de Glaucoma una nueva técnica para esta patologia que es llama canaloplastia, que tiene un alto grado de eficacia y un nivel de seguridad superior a otras cirugías glaucomatosas. El procedimiento consiste en realizar una o más incisiones pequeñas en el cuerpo y a través de ellas se introduce un laparoscopio (instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para observar) a través de la abertura a fin de guiar la cirugía. Garantiza menos dolor y menos cicatrices, mientras que el paciente puede tener una recuperación más rápida que con la cirugía tradicional.

El uso de instrumentos quirúrgicos diminutos a través de las incisiones requiere además de mucha habilidad y destreza, así como una comunicación perfecta con el equipo de anestesistas.

Además de la laparoscopia también se usa la cirugía robótica (visión 3D) dentro del concepto de mínimamente invasiva.