Musicona cubana, cortinas tejidas a mano de color arcoiris, puertas abiertas de par en par y un embriagador olor a dulces especias. Así se manifiesta el espíritu de la otra Zaragoza, una metrópoli construida con trocitos de mil ciudades y habitada por cientos de pieles curtidas bajo el sol de lejanos lugares.

Delicias y los alrededores del Casco Viejo se han convertido en un mosaico racial y cultural de visita obligada para todos aquellos que deseen, sin moverse de casa, trasladarse al Puerto Rico más exótico, al Marruecos del té con menta y al Senegal más profundo. En esta urbe paralela, creada por extranjeros, se puede encontrar casi todo, desde bebidas guatemaltecas hasta productos capilares que dejan el pelo al más puro estilo afro .

Aunque lo más solicitado es la comida extranjera. En un local oscuro para evitar el calor y detrás de un mostrador se exhiben makudas --patatas rellenas--, cus-cus y albóndigas de cordero y pollo. El olor es apetecible, aunque Sonia del Riego nos recomienda el producto estrella: el pollo asado al estilo halel , sacrificado tal y como manda el Corán. Esta joven regenta este establecimiento de comida árabe junto a su marido argelino desde hace dos años y presume de que la carne al estilo halel es "más rica, más tierna y más sana que la de supermercado", ya que el procedimiento de la muerte del animal es distinto al occidental porque "se respeta la vida del ave matándolo con dignidad: se le pone mirando a la Meca, se le lava la cara, se reza una oración a Alá por él y se degolla sin dejar en el cuerpo ni una gota de sangre".

En el mismo sector, en Conde de Aranda, en la tienda Colmado Latino , Leonela grita a dos habituales compradores españoles mientras su voz sobresale entre una bachatta que sale de una pequeña radio del mostrador. En las estanterías repletas abunda el rojo y el amarillo del tabasco, los frijoles y la leche de coco. En el frigorífico hay cervezas argentinas, cubanas y refrescos de Colombia o Ecuador. Pero las anfitrionas son las frutas tropicales que "cada vez buscan más los españoles, como el maracuyá y los mangos que son muy sabrosones".

Delicias africanas

Nos adentramos en el paraíso negro. La música de Papa Wemba y el sabor de Vita Malt invade Delicias. Dos africanos como armarios nos reciben con aire de ventilador en una tienda-locutorio donde las bebidas y los artistas del continente negro son los reyes del establecimiento. Traidos desde París, varias decenas de cedés y DVD esperan ser comprados por los clientes habituales, "africanos, sobre todo de Camerún y Guinea que no pueden encontrar a los Estopa negros en las tiendas españolas", explica Nadia Rentería mientras bebe una Ginger Beer .

Por fin, visitamos lo último en peluquería afro en una de las tres tiendas de Patrick Freeman, un joven de Ghana que espera atento a los clientes que se acercan a la puerta, decorada con fotos de modelos a lo Príncipe de Bel Air . Esta tienda vende, entre otros, productos capilares "para cuidarse el pelo bien rizado y que tiene mucho éxito entre los españoles que se apuntan a la moda de los postizos, las trenzas y los cardados".

Los pollos árabes, los frijoles y la cerveza de malta africana se han convertido ya en habituales de la ciudad, tal vez la completa integración se venda en tiendas con nombre de comida y champú.