El esperado 2008 ya ha comenzado. El año de la Expo en Zaragoza supondrá la culminación de numerosos proyectos que proporcionarán a la ciudad el despegue definitivo en cuanto a nuevas comunicaciones, zonas verdes y de ocio, equipamientos y promoción internacional. Sin embargo, la mayor rentabilidad del efecto Expo, en opinión de muchos expertos de diferentes sectores profesionales, se obtendrá con las nuevas infraestructuras que quedarán para la ciudad y el turismo, ya que se espera la visita de más de seis millones de personas para la muestra y la capital aragonesa se ha convertido en el principal reclamo de los turoperadores para este verano, por delante de destinos tan solicitados como el Levante y el sur español.

Las nueva red viaria del entorno de la capital aragonesa es para muchos ciudadanos el mejor legado de la Expo. La inversión global en infraestructuras para la ciudad supera los mil millones de euros y antes del inicio de la muestra deberán estar acabadas obras de envergadura como el cierre del cuarto cinturón, con el tramo entre Santa Isabel y la carretera de Huesca que incluye el viaducto de casi 400 metros que cruza el Ebro; el soterramiento de la A-68, detrás de la estación de Delicias, que cederá su espacio más visible ahora al paseo (peatonal) del Agua en dirección a El Portillo; o el tramo de la autovía Mudéjar entre Romanos y Calamocha, de 28 kilómetros, que enlazará, definitivamente, Zaragoza, Teruel y Valencia, y que estará complementada en la capital aragonesa con el paso subterráneo en la rotonda de la MAZ y el vial Norte del Actur, que la unirá con Parque Goya, Juslibol y Ranillas.

Junto a estos tres proyectos se encuentra el esperado cierre del tercer cinturón, que servirá para unir las Delicias con el Actur, dejando en su recorrido un paso elevado hasta La Almozara y una de las obras más emblemáticas de la Expo y de la ciudad: el puente del Tercer Milenio. Concebido por el arquitecto Juan José Arenas, el tablero de hormigón de 21.000 toneladas atirantado por un arco de hormigón blanco supone un récord mundial por sus 216 metros de luz. En marzo está previsto que finalice su construcción y contará con seis carriles de circulación, dos zonas peatonales acristaladas y un carril bici en 43 metros de ancho.

No será el único puente emblemático que deje la Expo para la ciudad. Competirá en importancia con el pabellón puente de Zaha Hadid, aunque no en uso, ya que este último será un espacio museístico gestionado por Ibercaja. La complejidad en su construcción está siendo similar en ambos, aunque su finalización será más ajustada para la obra de la arquitecta iraquí, ya que está prevista para junio.

También será relevante para la ciudad la construcción, aguas abajo del Ebro, de la pasarela peatonal concebida por el arquitecto Javier Manterola y que unirá los barrios de La Almozara y el Actur. Su tablero dibujará una gran curva sobre el río que servirá para canalizar el tránsito de visitantes que acudan a la Expo y que quedará en la ciudad para unir ambos barrios aprovechando la renovación de las riberas.

Y es que la recuperación del río para el uso ciudadano es una de las apuestas más fuertes de la inversión realizada en la ciudad con motivo de la Expo. Entre las infraestructuras que se crearán al paso del Ebro por la ciudad destaca además el azud de Vadorrey, que posibilitará la creación de una lámina de agua de 2,5 metros y la puesta en marcha de un nuevo medio de transporte urbano: la navegación. Hasta cinco embarcaciones prevén transportar a unas 350.000 personas durante la muestra. Después se reducirán a tres y seguirán conectando Vadorrey con un remodelado Náutico o el meandro de Ranillas.

RONDA NORTE El compromiso del Ministerio de Fomento con Zaragoza con motivo de la Expo se extiende a la Ronda Norte, una circunvalación que soporta a diario el tránsito de más de 70.000 vehículos y principal foco de atascos. El cruce de vías de alta capacidad se da en este tramo y, ante la previsible llegada de visitantes, se puso en marcha la ampliación del tercer carril a su paso por el Actur y el río Gállego. Para la Expo solo creará esta parte para facilitar los accesos a la ciudad, aunque después se prevé ampliarlo para que sirva como carril de servicio para no entorpecer los trayectos de largo recorrido. Es una de las obras más demandadas por los ciudadanos.

También se espera desde hace tiempo la apertura de las estaciones de Cercanías que unirá Casetas, Utebo, Delicias, El Portillo, Goya y Miraflores, aunque para junio solo estarán algunas de ellas, ya que la de Goya se pospondrá para otoño y en Miraflores no han iniciado las obras.

MILLONES DE TURISTAS Las previsiones apuntan que la ciudad recibirá la visita de unos seis millones de personas para la Expo. Esto supone un desafío para el que se crearán hasta diez nuevos hoteles, se construirán viviendas en Parque Goya, Aragonia, Ranillas y Valdespartera --que luego se pondrán a la venta-- y se recuperará el cámping municipal, además de abrir otros espacios públicos o arrendar viviendas particulares. Hasta 25.000 plazas tendrá la ciudad para esas fechas. De ellas, lo que queda para Zaragoza es darse a conocer internacionalmente y las 3.000 nuevas plazas de hotel que quedarán.