Ciudadanos presentó ayer una denuncia ante la Fiscalía de Menores contra la consejera de Educación de la Generalitat, Clara Ponsatí, por la utilización de niños en el proceso del 1-O «con una intencionalidad política muy grave» y reclamó que se garantice su «seguridad e indemnidad». Así lo explicó la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, tras presentar ante la Fiscalía el escrito, en el que se afirma que se están utilizando a los menores «en el marco de la confrontación ideológica» y como «meros instrumentos involuntarios e inocentes».

En este sentido, la denuncia recuerda que es «misión» de los poderes públicos evitar que se produzca «adoctrinamiento ideológico» de menores en actividades lúdicas de los centros escolares públicos y, lo más urgente, evitar que puedan ser expuestos «a peligro físico», algo que podría suceder en este momento de confrontación.

El texto añade que se vulnera, además, el derecho a la libertad ideológica y a la intimidad personal, ya que se expone «públicamente» a los menores y a los padres a una «demostración pública» de su ideología o adhesión a ciertos postulados políticos «mediante su presencia, o no».

Según el relato de los hechos que hace Ciudadanos, algunos de los centros escolares que han sido designados como sedes de «mesas electorales» han organizado actividades para los alumnos y sus familias durante este fin de semana para mantenerlos abiertos, e «inmediatamente proceder a su ocupación preventiva» con los menores ante la posibilidad de que los cuerpos policiales acudan a cerrarlos.

Por eso, Ciudadanos solicita la intervención de la Fiscalía para que se «garantice» durante los días 30 de septiembre y 1 de octubre «la seguridad e indemnidad» de los menores que acudan a los centros educativos donde se pretendan hacer «actividades ilegales» relacionadas con el referéndum, suspendido por el Tribunal Constitucional.

Ciudadanos considera como principal responsable de estos hechos a la consejera de Educación, quien, por sus competencias, señala la denuncia, le hubiera correspondido «cursar las órdenes pertinentes para que se evite la utilización de los menores» sin perjuicio de que se pueda actuar también contra otros responsables. «Es evidente -continúa- que la señora Ponsatí pretende que se usen los colegios con finalidades ilegales este fin de semana, y conoce y consiente el reprobable uso de los menores».

Arrimadas calificó estas circunstancias de «muy graves» y ve «intolerable» que se esté utilizando a los niños en un momento en el que la Generalitat y el Gobierno han reconocido «que no saben si podrán garantizar» el orden público.

CRÍTICAS A PUIGDEMONT

Por otra parte, Arrimadas también arremetió contra el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, por utilizar el Parlamento catalán como «su convento de la madre superiora de los Pujol» y, como es así, dijo, lo abrirán «cuando ellos quieran». A este respecto, recordó que la Cámara catalana no ha sido «precintada» por la Guardia Civil sino por Puigdemont, su vicepresidente, Oriol Junqueras, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, quien ayer convocó a la Junta de Portavoces para el lunes con el fin de fijar el orden del Pleno de la próxima semana. «Parece mentira que 40 años después de la vuelta de Tarradellas, que luchó para recuperar la democracia y tener una autonomía moderna, ahora Puigdemont se esté cargando todo eso de un plumazo», insistió.

En este mismo sentido se manifestó el viernes el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien llamó a los catalanes a que no tiren el domingo su papeleta «a ese cubo de basura» y que nadie «legitime» con su voto el «golpe» que quieren dar los independentistas.