Una legislatura sirve para gastar muchos kilómetros de papel de periódico, escuchar muchos minutos de radio y ver una abundante lista de informativos de televisión. Son muchos los momentos y las claves que acontecen en cuatro años. Estos han sido especialmente intensos para Aragón. Una cámara en la que habitualmente se debaten asuntos de Estado ha sido en esta ocasión una lanzadera para exponer y tratar sobre cuestiones autonómicas y autonomistas. Aragón dejó la vía lenta para acercarse a la rápida, aunque todavía está lejos de aquellas comunidades mal llamadas históricas. Como siempre sucede, la óptica es bien distinta dependiendo de a quién se pregunta. Y, también como casi siempre, el balance global arroja claroscuros: aspectos positivos y otros que no lo son tanto. Saber de qué lado va a caer la balanza es subjetivo.

Una vez más, la polémica hidráulica

Una de las primeras medidas adoptadas por Zapatero fue derogar el trasvase incluido en el Plan Hidrológico Nacional, consciente de que su triunfo electoral en Aragón y parte de Cataluña no fue baladí. Tras la derogación se alcanzaron importantes consensos hidráulicos en Aragón que fueron apoyados por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Sin embargo, cuatro años después, Yesa a cota media sufre retrasos, Biscarrués está parado y, tras el abandono del proyecto de Santaliestra, San Salvador va muy retrasado. El PP levantino sigue reclamando el trasvase. El aragonés fue gallardo y se enfrentó a la dirección del partido, de la que consiguió una declaración con los dirigentes del PP de Aragón, Castilla La Mancha, Valencia y Murcia. Esa declaración contentaba a todos y permite renegar del trasvase al PP aragonés.

Peculiar negociación estatutaria

A finales de marzo del 2007, una fiesta en Madrid era el colofón a la aprobación en el Congreso de los Diputados y en el Senado del Estatuto de Autonomía de Aragón. Atrás quedaban intensas y prolongadas negociaciones, primero en el seno de las Cortes autonómicas y después en Madrid, en una comisión negociadora que reunió a dirigentes gubernamentales y representantes aragoneses, excepción hecha de Chunta Aragonesista, con la que no se contó. De hecho, los nacionalistas fueron los únicos que rechazaron la reforma, por considerarla pacata e insuficiente. Esta comisión negociadora supuso un hito, ya que no obligaba a negociar desde Madrid. PSOE, PP, PAR e Izquierda Unida pudieron llegar a un acuerdo satisfactorio. Se amplían las competencias, se reconoce la capacidad de negociar bilateralmente pero no se cuantifica la financiación.

La legislatura de los derechos ciudadanos

A pesar de que la tendencia es que todas las autonomías utilicen el Congreso como arma reivindicativa de inversiones para cada territorio, no se puede olvidar que hay leyes de las que se benefician todos los ciudadanos. De este modo, 14.000 aragoneses se podrán acoger a las ventajas de la Ley de la Dependencia, uno de los documentos "estrella" de la legislatura y considerada la "cuarta pata" del Estado de Bienestar. Otras leyes (hasta 24) que implican avances sociales y amplían derechos y que también benefician a aragoneses son, entre otras, el matrimonio y el derecho de adopción para personas del mismo sexo, la Ley de la Memoria Histórica, la subida de las pensiones y el salario mínimo interprofesional hasta los 600 euros, las políticas de igualdad y contra la violencia de género o la aplicación de la renta básica de emancipación.

Los enlaces aragoneses en el Gobierno

Una cosa que no cambió con la llegada de Zapatero a La Moncloa fue la ausencia de ministros aragoneses en el Gobierno. Para compensar ese déficit, que por otra parte es histórico, ha habido hasta cuatro altos cargos en la Administración. Algunos de ellos de gran peso específico. Es el caso de Víctor Morlán, que se convirtió en secretario de Estado de Infraestructuras. También ha sucedido con Carlos Ocaña, hombre fuerte en la caja estatal. No en vano ha sido el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos. Asimismo, han tenido puestos relevantes Mercedes Gallizo, responsable de política penitenciaria en una legislatura que ha estado marcada en este asunto por la huelga de hambre de De Juana Chaos y los presos del 11-M, y Fernando Gurrea, subsecretario del Ministerio de Educación y Ciencia, en el que la consejera Almunia ha hecho en muchos casos de ‡2asesora‡1 de la actual ministra.

El traspaso de las competencias de Justicia

Casi 50 millones más desde hace cinco días para que el Gobierno de Aragón administre la Justicia en Aragón. Después de que fracasaran las negociaciones del 2003, en el 2007 se cerró un acuerdo con el Ministerio de Justicia para que otra competencia largamente reivindicada fuera traspasada a Aragón. Asumida por la consejería de Justicia e Interior desde el 1 de enero del 2008, supone un nuevo avance en la descentralización del Estado. Edificios y personal dependen ahora del Ejecutivo autónomo. Este departamento ha asumido otras responsabilidades, esta vez en materia de Interior, con la incorporación de 116 agentes del Cuerpo Nacional de Policía para crear una unidad adscrita. Las negociaciones bilaterales fueron bien y ya se va a producir una ampliación de esta unidad, hasta llegar a 250 funcionarios y nuevas competencias. Esto es el embrión de una posible futura policía autonómica.

Fracaso con los bienes y la deuda tributaria

Lo que no se ha podido resolver y todavía está en los tribunales de Justicia es el pleito que mantiene la comunidad autónoma con el Estado por las mermas tributarias, que son los impuestos que se dejan de recaudar por modificaciones legislativas en los impuestos cedidos. Los cálculos estiman esa deuda en 600 millones de euros. Ha habido diversas reuniones negociadoras, pero sin éxito. La intención es resolver el litigio de forma pactada, y así evitar una sentencia que además podría ser desfavorable para todos. Sin embargo, no se ha producido ningún acuerdo. Algo similar ha ocurrido con el litigio de los bienes de la Franja. Pese a ser un pleito eclesiástico, ha trascendido a la vida política y ha llegado incluso al Congreso, el Senado y el Gobierno. Este se ha lavado las manos.