T A la angustia de muchos familiares de los viajeros en los trenes afectados se añadió ayer durante varias horas la dificultad para comunicarse. Las primeras noticias de los atentados originaron tal alud de llamadas telefónicas que durante varios momentos fue imposible conseguir línea. El número de llamadas al 112 se incrementó en un 150.000%. En total, el teléfono de emergencias atendió 8.500 llamadas de familiares. También fue difícil ponerse en contacto con los números especiales que el Ministerio del Interior y Renfe pusieron a disposición de los familiares. Telefónica reconoció un gran aumento en el número de llamadas, pero garantizó las comunicaciones. Igualmente también se multiplicaron a lo largo del día los accesos a internet.