El dinero es miedoso, aunque a veces ese temor sea irracional. Las oficinas bancarias de los municipios aragoneses limítrofes con Cataluña están siendo testigo estos días de este mantra acuñado en el mundo económico y financiero por el traslado de fondos y cuentas de clientes de la comunidad vecina, una reacción que expertos en finanzas y la asociación de consumidores Adicae consideran injustificada. Ni un cambio de sede ni una declaración de independencia, aseguran, ponen en riesgo los ahorros de los clientes. Pese a ello, el temor existe y pudo verse ayer en Fraga, donde los establecimientos financieros registraron colas inusuales y desmesuradas durante la mañana.

La actividad de algunas entidades quedó colapsada, hasta el punto de que algunas personas hacían fila en la calle sentados en sillas. La elevada afluencia de clientes, en su mayoría catalanes, se viene repitiendo desde el pasado lunes, según atestiguan vecinos del municipio, pero la situación se ha precipitado a raíz de los anuncios del traslado fuera de Cataluña de la sede social del Banco Sabadell y de La Caixa. La situación se ha repetido en otros municipios de Huesca y Teruel próximos a la comunidad vecina y, de manera puntual, en la ciudad de Zaragoza. Todo a cuenta de la incertidumbre surgida por la convocatoria del 1 de octubre (1-O) y una posible declaración unilateral de independencia (DUI) en Cataluña.

PREOCUPACIÓN

El alcalde de Fraga, Miguel Lapeña, se mostró prudente y se limitó a expresar su preocupación por la situación política y social. «Somos una parte afectada, por nuestra cercanía y vinculación con Catalauña, y nos preocupa en todos los aspectos, como por ejemplo, el sanitario», explicó. Por otro lado, afirmó no tener constancia en los últimos días de ningún tipo de movimiento de empresas catalanas que quieran instalarse en Fraga.

A pesar de todo, los expertos llaman a la tranquilidad tanto de los ahorradores catalanes como de los del resto de España que tienen su dinero en bancos de esta convulsionada comunidad. Aún en el caso de una DUI, recalcan que no hay nada que temer porque esta no tendría un efecto real sino simbólica: los bancos seguirán siendo españoles y bajo la regulación del BCE.

El presidente de Adicae, Manual Pardos, recalca la idea de que es un miedo «infundado». «No hay nada que temer. El dinero de los clientes, hasta 100.000 euros, está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos», recuerda. «Aunque hubiera DUI no pasaría nada».

Luis de Guindos, ministro de Economía, lanzó recientemente un mensaje de tranquilidad a los clientes de los bancos catalanes, asegurando que no tienen «nada que temer», pues se trata de «bancos españoles y también europeos».