La última comarca aragonesa en crearse, la Central, fue ayer la primera en constituirse, antes de que el lunes lo hagan las otras 32. Un primer pleno de constitución en el que sus 39 consejeros comarcales estuvieron «como niños con zapatos nuevos», según el primer presidente de la entidad, el socialista José Manuel González, alcalde de San Mateo de Gállego. No en vano, los 20 municipios del entorno de la capital a los que agrupa, con capital en Utebo, llevan 15 años, desde que nació la Mancomunidad Central, luchando por constituirse como comarca.

El pleno de constitución terminó con la elección de González, con 27 votos a favor y 7 abstenciones entre los consejeros que asistieron a la constitución, celebrada en el local cedido por el consistorio de Utebo que hasta ahora ha servido de sede a la mancomunidad. Por el momento lo seguirá siendo, porque no tienen ninguna intención de hacer dispendio en sedes ni en sueldos, indicó González.

COMPETENCIAS

Su prioridad será la asunción de los servicios sociales en la zona, para luego ir ampliando competencias a medida que la situación lo permita. A nivel de gestión, tras la creación de ayer, tocará comenzar la selección de personal administrativo y secretarios interventores para poner en marcha la inédita estructura comarcal.

La Comarca Central cuenta con numerosas peculiaridades, no solo por ser el único territorio que hasta ahora no estaba englobado en una de estas estructuras. Por ejemplo, su división en cinco ejes, los correspondientes a las distintas zonas (equiparables a las carreteras radiales que salen de la capital aragonesa) que hasta ahora se regían con estructuras dispares, desde mancomunidades a la labor de cada ayuntamiento. Una situación que precisamente es la que cambiará con la comarcalización, que homogeneizará la prestación de servicios en cada localidad. Porque el ánimo del presidente es atender «a todos por igual», desde Utebo a Botorrita, por poner dos ejemplos extremos de población.

La capital, Utebo, concentra un cuarto de los alrededor de 80.000 habitantes de la comarca, la más poblada de las 33, y sin contar a Zaragoza capital, que también está englobada pero no participa de la gestión, regida por su propia Ley de Capitalidad, más allá de la presencia de un consejero en el consejo comarcal, el alcalde. Aunque ayer, en el pleno de constitución, Jorge Azcón delegó en la vicealcaldesa Sara Fernández.

Los consejeros son, precisamente, otra de las peculiaridades de este nuevo ente, ya que contará con 39. Los 20 fijos, alcaldes de cada uno de los municipios que la componen, y el resto repartidos según un sistema proporcional de población con ejes. Una forma de representación que en este caso ha jugado en contra de la proporcionalidad política, porque el PP, por ejemplo, solo tiene dos consejeros, pero que se entendió adecuada para la zona. «Encaro esta responsabilidad con mucha ilusión y con la intención de tender puentes para que todos colaboremos», afirmó González, que encara ahora la tarea de liderar una creación efectiva de una comarca desde cero, tras los tres lustros de lucha de otros alcaldes que le han precedido.

PARÁLISIS

La intención de González es ir ampliando poco a poco la asunción de competencias, desde las medioambientales hasta las turísticas para la promoción de la zona, aunque su prioridad se fije en los servicios sociales, a su juicio uno de los aspectos que más se resentían por el desigual reparto de fondos según las zonas y su sistema de trabajo.

Precisamente los fondos van a ser uno de los puntos problemáticos por el momento, porque este año ni siquiera han recibido la asignación que solían por la Mancomunidad, dada la parálisis del Gobierno de Aragón y la prórroga de presupuestos. Una situación que confía en que se resuelva en breve para poder «sentarnos y empezar a trabajar» con el Ejecutivo autonómico. Porque uno de los primeros pasos ha de ser fijar el presupuesto del ente comarcal.