Las próximas fiestas del Pilar se prevén movidas en Zaragoza. Si la convocatoria de huelga de los conductores del tranvía había sacudido al ayuntamiento por las afecciones que puede tener, a partir del día 3 de octubre, ayer la asamblea de trabajadores de la contrata del autobús, Avanza Zaragoza, dio luz verde a su comité de empresa para que hoy plantee un calendario de movilizaciones que «debería iniciarse el día 7» y que, por lo explicado ayer, en doble sesión de mañana y tarde, pasaría por realizar también paros parciales en el servicio. O como defendió la representación sindical: «Somos partidarios de hacer movilizaciones como las que habitualmente hacemos para que no nos supongan mucho coste».

Por la mañana la responsable de Movilidad en el consistorio, Teresa Artigas, apostaba por mantener la «cabeza fría» y no precipitarse con convocatorias de huelga que afectan al ciudadano, aunque añadía que tienen «todo el derecho» a hacerlas si desean reivindicar sus exigencias a la empresa. Pero en la asamblea el comité le sañalaban, a ella y al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) por su «complicidad» con la empresa Avanza Zaragoza a la hora de incumplir el acuerdo por el que se zanjó la última huelga del bus en la ciudad, la más larga de la historia en la capital. Diecisiete meses después, vuelve a plantearse otra.

ENEMIGO COMÚN

La asamblea respaldó al comité respecto al «hartazgo» que dicen sentir por que se adopten medidas como la adquisición de vehículos de segunda mano para prestar servicio en sustitución de aquellos que ya han cumplido los 16 años que permiten los pliegos del contrato, y el retraso del nuevo cuadro de marchas que deberá actualizar los tiempos de recorrido, frecuencias y pasos por parada de muchas de las líneas actuales.

A estas reivindicaciones, «incumplimientos» que se han puesto de acuerdo en ejecutar, según los sindicatos, se sumaba ayer una novedad. El comité de empresa denunció que el pasado miércoles, en una reunión técnica, la dirección les anunció que quieren instalar cámaras de videovigilancia a bordo de los autobuses y que ellos no están de acuerdo. En su opinión «solo buscan controlar a los conductores» con grabaciones que solo estarán en su poder, y que solo se utilizarán «para sancionar a quien se cuele sin pagar». Una medida que ya existe en el transporte público (por ejemplo el tranvía) y siempre controvertida para el usuario.

Por otra parte, sus motivos para ir a la huelga son distintos a los de los conductores del tranvía, pero el enemigo es idéntico. «Tenemos la misma empresa y el mismo ayuntamiento», apuntaron desde el comité, en una jornada en la que los «compañeros» de la línea Valdespartera-Parque Goya también asistían.

Ahora bien, también se explicó que para que haya paros el día del pregón de las fiestas hay que moverse a toda velocidad. El presidente del comité, Javier Anadón, recordó que la ley obliga a convocar las movilizaciones con una antelación mínima de «doce días», de manera que está previsto que hoy se apruebe en el seno del comité, mañana hacerlo oficial y comunicarlo a la empresa -o, en su defecto, el lunes-, y la próxima semana presentarla en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). Aunque también garantizaron que esta convocatoria saldrá adelante si se apoya en referéndum, pero que la votación se producirá con los paros parciales ya convocados.

La versión de la empresa, por su parte, considera que los argumentos esgrimidos no se sostienen y que «es evidente que el convenio se está siguiendo de forma escrupulosa». A su juicio, esos vehículos de segunda mano «eran para retirar los de más de 17 años» que el propio comité exigía quitar; que serán buses «en perfecto estado procedentes de otras explotaciones» de Avanza; y niegan que exista esa «barbaridad» de averías que denuncian. Respecto a las cámaras a bordo, solo apuntaron que es una propuesta «que viene de lejos» y que serviría solo «como ayuda a la conducción», especialmente por la seguridad de los conductores.