Zaragoza sufrió ayer el primero de los paros de cuatro horas de duración en todas las líneas. A partir de las 18.00 horas, los autobuses urbanos de la ciudad empezaron a aumentar el tiempo de paso por las paradas, provocando malestar y desconcierto entre algunos de los usuarios. La demora se hizo notar con más de 20 minutos en diversas líneas de transporte. «Me parece fatal porque llevo más de 15 minutos esperando y llego tarde», confirmó Ana, una trabajadora que no se había enterado de la interrupción.

Para Natividad es una «vergüenza», ya que llevaba más de media hora esperando a que llegase el bus. «Me he enterado de esta huelga cuando he llegado a la parada», añadió.

Fueron muchos los ciudadanos que no sabían de la existencia de estas convocatorias y que dependen de este servicio para ir a trabajar, estudiar y moverse por la ciudad. Sin embargo, algunos de los usuarios, como Noelia, sí que se enteraron de los parones que la empresa va a realizar durante esta semana. No obstante, la trabajadora recalcó que «nunca llegan a un acuerdo y no pueden estar así cada dos por tres».

Varios estudiantes, como es el caso de Pablo, aseguraron que en estas situaciones suelen coger otro medio de transporte o en su defecto, hacen uso del automóvil. «En parte les entiendo porque quieren reivindicar sus derechos, pero me afecta porque si quiero venir al centro no puedo coger el coche», relató el joven.

JORNADA DE PAROS

A favor, muchos ciudadanos apoyaron la causa. «No me afecta, pero yo como trabajador estoy de acuerdo en que hagan huelga. Hay que entender que están en su derecho», contó Diego, un residente que estaba esperando a coger la línea del 32. Marta, una madre que estaba aguardando el bus con su hija en la parada de plaza España, recalcó que «la lucha de cualquier trabajador me parece digna y les apoyo plenamente durante estos días».

Conforme iba pasando la tarde, fueron más los pasajeros que se enteraron de la paralización. «Esto nos afecta a todos los usuarios, pero si quieren conseguir algo lo tienen que hacer, ya que es la única manera de lograr los derechos», contaron Magdalena y Juan.

Dos hermanas que tenían intención de subirse al bus, no lo pudieron hacer porque el paseo de la Independencia ya estaba cortado al tráfico. «Molesta, pero si lo hacen es porque tienen algo que reclamar», relató una de ellas.

«A nosotros no nos afecta mucho porque estamos jubilados, pero hay mucha gente que tiene que ir a trabajar y dependen de este servicio», detallaron dos jubilados que no se habían enterado que la manifestación estaba a punto de comenzar.

Por otro lado, decenas de trabajadores de Avanza se congregaron ayer en la plaza de España a las 19.00 horas para manifestarse por la mejora y la calidad de sus servicios, ya que reclaman que aumente el tiempo que tienen para realizar el trayecto, así como la instalación de unos retrovisores con una mayor amplitud de visión, entre otros.

«Me parece correcto que reclamen estas medidas. Realmente se necesitan más tiempo porque no están bien ajustados», señaló Elías, un ingeniero prejubilado que en el caso de que hiciesen huelga les apoyaría «porque es lo que hacemos los trabajadores».

La concentración, que empezó a avanzar por el paseo de la Independencia al grito de «esta batalla la vamos a ganar», dejó el tramo cortado al tráfico y al tranvía hasta la plaza de Aragón.

Desde la contrata, insistieron que es el consistorio el que tiene que resolver la reivindicación del cambio en los cuadros de marcha, al ser competencia exclusiva del ayuntamiento.

Lucia y Natalia, madre e hija debatieron sobre la situación que se encontraron ayer. «El problema lo tiene el ayuntamiento. Están en su derecho de hacer huelga, ya que están reclamando una mejoría», resaltó la joven quien aseguró que «es el consistorio quien tiene que gestionar este problema».